RANGÚN, (AFP) – La junta militar birmana pidió ayer a la población que no se resista a las detenciones que está llevando a cabo de gente que participó la semana pasada en las manifestaciones duramente reprimidas, mientras el emisario de la ONU regresaba a Nueva York para entregar un informe.
Una semana después de la aniquilación del movimiento popular encabezado por los monjes budistas, los militares recorrían las calles de Rangún advirtiendo a través de altavoces que los que se manifestaron están fichados y serán detenidos pronto.
«Deben quedarse en sus casas. No salgan. Tenemos las fotos de las personas que buscamos.