República Dominicana y el resto de las islas del Caribe estarán cada vez más expuestas a fenómenos anómalos determinados por el calentamiento global y sus autoridades están en la obligación de prevenir mayores consecuencias en términos de pérdidas humanas y daños materiales, advirtió el domingo el ecologista Eleuterio Martínez.

Martínez, catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y consultor privado en materia medioambiental, dijo que el primer paso que deben dar las autoridades locales en materia de prevención es cumplir con la ley que prohíbe los asentamientos humanos en zonas vulnerables a los efectos de tormentas, huracanes e inundaciones.

Recordó que la ley 6400, en sus artículos 103 y 109, establece que los asentamientos humanos deben levantarse alejados del curso de los ríos y arroyos.

Martínez reconoció que se trata de un fenómeno complejo en vista de que gran parte de los cinturones de miseria creados en grandes urbes como Santo Domingo cercanos a los ríos es el fruto del constante éxodo que se produce del campo a la ciudad.

Advirtió que las inundaciones que se produjeron en sectores capitalinos como La Barquita, la Ciénega y Gualey, así como en la ciudad de Santiago se seguirán repitiendo si las autoridades no frenan estos asentamientos humanos en áreas vulnerables.

“Los que vivimos en islas todavía tenemos la mentalidad de que vivimos en Continente”, advirtió Martínez al ser entrevistado en el programa “En 1 Hora” que produce el periodista Manuel Jiménez cada domingo por el canal 27 de RNN.

Explicó que esto se debe a que gran parte de las informaciones “que nos sirven los medios de comunicación y los libros, todos vienen de países continentales y lo que te narran, los problemas que están pasando, es justamente la realidad que se vive en Estados Unidos, Europa, Suramérica, Africa y Asia”.

Martínez dijo que de todas las regiones del planeta la que más directamente puede ser impactada por los cambios globales son las islas, pues el Caribe es el frente a todos los huracanes que se forman en la costa norte de África.

“Este arco de islas es el muro que se opone a todos los huracanes que vienen de allá para acá, somos el blanco directo, no es el continente, ellos se disipan en la costa de la Florida, en el Este de Estados Unidos, pero el frente principal somos nosotros las islas”, insistió.