El presidente de la Asociación de Fabricantes e Importadores de Productos Veterinarios, doctor Juan Antonio Lora, se opuso a las pretensiones que son atribuidas a las empresas multinacionales de impedir en el país la oferta de productos genéricos, por considerar que afectan los costos de producción en la agropecuaria y también dificulta a las personas acceder a las medicinas baratas en el caso de los medicamentos para los humanos.

Lora explicó que al país son importados una gran cantidad de productos genéricos tanto como materia prima como terminados que son adquiridos por los usuarios de menos ingresos y que esa posibilidad no debe eliminarse tal y como se pretende con la modificación de las reglas de juego legales.

Dijo que existe un empeño de las grandes firmas de impedir en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) que una vez vencido el plazo de 20 años que se otorgan a las licencias de los fabricantes, otros inversionistas puedan utilizar las fórmulas y producir los medicamentos genéricamente o con otro nombre.

Explicó que para impedirlo quieren manipular las leyes y reglamentos existentes.

Informó que hay una legislación que protege a los representantes de empresas que producen genéricos y los del TLC querían derogarla, pero que no pudieron.

«Si tú has invertido un dinero no solamente en registrar un producto, no en promocionarlo, de golpe y porrazo quieren eliminar la ley que protege a los representantes», expresó.

Responsabilizó de ese intento a las pasadas autoridades de

la Secretaría de Industria y Comercio, que estuvieron en las negociaciones del TLC.

Señaló el doctor Lora que los productos genéricos vienen regularmente de países que están en un proceso de desarrollo industrial, pero en el país también hay «maquiladores» que fabrican productos genéricos como el caso de las medicinas que usan una fórmula y le ponen cualquier nombre.

Los impulsadores del TLC quieren entonces eliminar la posibilidad de un maquilador pueda fabricar un producto genérico a partir de una licencia vencida.

Informó que hay una empresa grande que fabricaba un producto denominado «ligomet» cuya licencia de exclusividad venció y hay otros casos de fabricantes de antibióticos tanto humanos como veterinarios que al vencerse la licencia deja en posibilidad de incursionar a otros laboratorios.

Llamó la atención de las autoridades para que no permitan que se instale una dictadura de marcas en el país, y dijo que el mercado bien regulado y con supervisión oficial da para todos y que genéricos y de marca tienen sus públicos.

Citó que en el caso de las medicinas para los humanos el Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE) oferta en las boticas populares sólo medicinas genéricas, pero los planes denunciados intentan establecer que salgan los genéricos y sólo se vendan los de marca.

«Entonces, ¿qué pasa?: que sacar los genéricos implica que eso encarecería muchísimo las medicinas para las capas más sensibles de la población. Ahí es que está el problema; ése es el conflicto entre los medicamentos genéricos y los de marca».

El presidente de la Asociación de Fabricantes e Importadores de Productos Veterinarios recomendó a las autoridades cautela con las intenciones de mediante la manipulación de las reglas cerrarle el mercado a las nuevas iniciativas en los casos de las medicinas para los humanos, para los animales o la agropecuaria.

Aunque en el caso del mercado de productos veterinarios tanto genéricos como patentados vienen importados, dijo que en el caso de la agropecuaria y las medicinas para los humanos, prohibir los genéricos sería gravoso para las economías de los productores y crearía  dificultades a las personas de escasos ingresos para curar sus enfermedades.

Expresó que los diabéticos y los pacientes que sufren de alta presión sólo pueden llevar el tratamiento en la generalidad de los casos con productos genéricos, porque los patentados son muy costosos.