Pide resolver problemas con diálogo

Pide resolver problemas con diálogo

MANAGUA (AFP).- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, instó ayer, lunes, a los países del hemisferio a resolver los problemas mediante el diálogo y la confianza recíproca y a evitar susceptibilidades que generen una carrera armamentista.

“Evitar los conflictos entre nosotros, resolver nuestros problemas por la vía del diálogo y la conciliación () es una tarea prioritaria que  hoy enfrentan nuestras naciones lo que supone definir acciones conjuntas en el plano de la defensa regional”, expuso ante la VII Conferencia de ministros de Defensa que se celebra en Managua del 2 al 5 de octubre.

Insulza pidió a los países miembros trabajar en instancias que generen mayor confianza recíproca, e intercambiar información de forma total y transparente para evitar susceptibilidades que generen, aunque sea involuntariamente, una carrera armamentista.

Ante el resurgimiento de las amenazas de proliferación nuclear, Insulza pidió al foro renovar con claridad los compromisos suscritos en Tlatelolco y del Tratado de No Proliferación que proclaman a América Latina y el Caribe como zona libre de armas nucleares.

También llamó a los países miembros a cumplir con las obligaciones asumidas de eliminar las minas antipersonales en los plazos acordados, a fin de dar mayor seguridad a la población civil amenazada por estos artefactos y “hacer de las fronteras verdaderas áreas de paz e integración”.

“No somos un continente pobre, pero sí el más injusto de la Tierra. Y la estabilidad de nuestras democracias dependerá de que seamos capaces de corregir esta condición”, apuntó Insulza al referirse a las expectativas de los pueblos de la región de un crecimiento económico sostenido y sustentable y una mejor distribución de la riqueza. El tema de la seguridad es parte integral de la agenda de las Américas, pero no sólo incluye los eventuales conflictos que puedan surgir entre países, que son cada vez menos probables, sino los riesgos que derivan del incremento de la criminalidad, del narcotráfico, el crimen organizado y la proliferación de la actividad de pandillas, y las catástrofes naturales recurrentes, apuntó el funcionario.

No obstante, advirtió de que no todos los problemas pueden cobijarse bajo el concepto de inseguridad, porque conlleva el riesgo de llevarnos a reediciones de la doctrina de seguridad nacional que provocó tanto daño a la democracia en las últimas décadas del siglo pasado, sirviendo para justificar las peores dictaduras en el continente.

Al respecto, sugirió hacer una distinción de lo que son amenazas militares o de seguridad pública y darles este tratamiento, sin extender el concepto de seguridad a todos los ámbitos de los problemas políticos y sociales, que tienen otras formas de ser enfrentados por parte de la autoridad civil democrática, expresó.

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