POR DIEGO PESQUEIRA
La Procuraduría General de la República pidió ayer a la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia que rechace el pedido de conceder libertad bajo fianza a la presentadora puertorriqueña Laura Hernández, por entender que incurrió en una violación grave al formar parte de una red de narcotraficantes internacionales que utilizaba la República Dominicana como puente.

El procurador adjunto Idelfonso Reyes estimó que de favorecer a Hernández con una fianza habría que liberar entonces al 95% de los presos, tomando en cuenta la magnitud del delito en que está implicada la boricua.

La decisión de los jueces de la Suprema Corte será dada a conocer el próximo 11 de febrero.

En contraposición, el doctor Cándido Simón, abogado de Hernández, rechazó las afirmaciones de Reyes y dijo que su defendida ha sido víctima de las circunstancias y que no representa un peligro para la sociedad dominicana.

Sostuvo que Hernández tiene asegurado un domicilio en el país y que estará a disposición de la justicia cada vez que sea requerida.

Afirmó que su defendida rechazó ser indultada en la pasada administración, debido a que no esta interesada en el perdón sino en demostrar su inocencia.

Hernández está acusada junto a su esposo, Marcos Irizarry, y seis otros puertorriqueños de traficar 70.5 kilos de cocaína.

La presentadora puertorriqueña dijo a los periodistas que tiene mucha esperanza de que la Suprema Corte la favorecerá con la libertad bajo fianza.

Dijo que no hay evidencias en su contra, porque su involucramiento en el caso ha sido un error o una confusión, por lo que espera que alto tribunal ponga eso en la balanza y reflexione sobre su situación de salud, que según ella cada día se deteriora.

«No pretendo salir del país, no pretendo irme a la fuga, soy una figura pública que todo el mundo conoce», dijo.

Dijo que quiere recuperar su imagen, limpia, como cuando llegó al país, y que «quiero que se me devuelva mi honor, que siento que se ha pisoteado».

Explicó que está padeciendo de anemia severa, hipertensión, gastritis y una hernia.

«La realidad es que yo decidí no tomar ese indulto porque eso es un perdón y no tengo que pedir perdón porque no he hecho nada», alegó.