El Servicio Jesuita de Refugiados pidió ayer al gobierno dominicano que por razones humanitarias suspenda temporalmente las repatriaciones y acepte más refugiados políticos haitianos. El padre José Núñez, director del organismo de la Iglesia Católica, consideró que si bien el gobierno tiene la responsabilidad de custodiar la frontera, «no debe cerrarla al punto de que impida el cruce de personas cuyas vidas corran peligro y que califiquen como refugiados políticos en República Dominicana».

Dijo que por razones humanitarias también se debe disponer el cese temporal de las repatriaciones de haitianos, hasta que se normalice la situación en el vecino país.

Entretanto, la Pastoral Haitiana de la Iglesia Católica advirtió que un éxodo masivo de haitianos hacia la República Dominicana desbordaría las posibilidades de acogida del país.

El padre Núñez sostuvo que muchos repatriados podrían correr peligro de muerte en su país, además de que otros no podrían llegar a sus casas.

Otra razón enarbolada por los jesuitas es que en Haití hay escasez de comida y eso sería un asunto humanitario.

«No pedimos al gobierno que no repatrie nunca, sino una suspensión temporal, por razones humanitarias».

Asimismo, el sacerdote Jesuita, quien habló en rueda de prensa junto a un grupo de refugiados haitianos, pidió que no sean cerrados los mercados fronterizos, aunque hubiese una vigilancia prudente, porque estos serían los lugares de abastecimientos de muchas comunidades haitianas, cuya comunicación con Puerto Príncipe está cortada en estos momentos.

«Si se cierran los mercados, podrían aumentar la desesperación de la gente y correríamos más peligros como país.

Pidió una mayor ayuda internacional para enfrentar la posibilidad de una avalancha de haitianos hacia la parte este de la isla.

Consideró que el gobierno dominicano debería implementar desde ya un plan de contingencia a lo largo de la frontera, donde se puedan acoger los refugiados haitianos, en caso de que se produzca una éxodo masivo hacia la República Dominicana.

Apuntó que un plan de contingencia implica solicitar a organismos internacionales que vengan a ayudar. Y señaló que ya la Cruz Roja está dispuesta a colaborar, en tanto Naciones Unidas solicitó permiso al gobierno, y ya organismos internacionales de ayuda humanitaria, como Intermont-Oxfam están formando gente en la frontera.

Expresó que a la hora que el gobierno defina un plan de contingencia para enfrentar la llega masiva de haitianos habrá organismos internacionales dispuestos a colaborar con el país.

[b]LA PASTORAL HAITIANA[/b]

A su vez la Pastoral Haitiana de la Iglesia Católica indicó que un éxodo masivo de haitianos hacia la República Dominicana desbordaría las posibilidades de acogida del país, por lo que llamó a la comunidad internacional a encarar la situación.

«Estamos preocupados ante preocupados por la posibilidad de un éxodo masivo desde Haití a causa de una guerra civil, ya que esto desbordaría las posibilidades de acogida aquí en la República Dominicana», expresó el hermano León Delanoy, de la Pastoral Haitiana.

Delanoy dijo que la República Dominicana atraviesa por una situación económica grave y le sería muy difícil encarar sola la crisis haitiana «creo que se necesita un apoyo internacional para eso».

Subrayó que tal como dijo el nuncio apostólico Timothy Brogglio la comunidad internacional debe responder con más generosidad ante el problema haitiano y no dejarle la carga al pueblo y al gobierno dominicano.

«La comunidad internacional no ha respondido a la situación, es cierto», dijo Delanoy.

Desde Washington, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) solicitó al gobierno de Mejía que acoja refugiados haitianos en caso de que la agudización de la crisis interna de ese país produzca un éxodo masivo.

Entretanto, en Santo Domingo, la encargada local de la ACNUR, Sadrín Desamours, sostuvo una reunión con representantes de la embajada estadounidense ayer en la tarde, pero no se precisó cuales temas fueron tratados en la reunión.