POR TEÓFILO ABREU
La Virgen de la Altagracia debe interceder ante el deterioro de los valores morales y espirituales, que ha llevado a gran parte de la juventud por el camino de las drogas, la delincuencia y la violencia.
Así lo expresaron ayer feligreses, devotos de la madre espiritual del pueblo dominicano, quienes estimaron, no obstante, que la principal responsabilidad es de los padres, que deben inculcar en los hijos la fe cristiana y la devoción a la Virgen.
Hay sectores donde la juventud está volcada a la devoción, pero hay otros sectores donde la juventud ni se acerca por la iglesia, y este llamado no es tanto a los jóvenes, sino a los padres, para que encarrilen mejor a sus hijos, expresó Rafaela Toca.
La señora Toca trabajaba ayer en el Santuario Nuestra Señora de la Altagracia, de la Arquidiócesis de Santo Domingo, junto a otras feligresas, en el arreglo de las flores para adornar el templo y la preparación de la carroza que saldrá hoy en procesión hacia la Catedral.
Y es que hoy día está perdiéndose el respeto, la solidaridad y muchos valores que antes aquí eran primordiales y ya hoy no existen, dijo Rafaela Toca.
Por su lado, Gustavo Muñoz, quien se considera altagraciano de nacimiento, dijo que la Virgen de la Altagracia, que según una de las leyendas apareció en Higüey, es la madre espiritual del pueblo dominicano.
Explicó que la Virgen, a través de sus diferentes apariciones en diferentes países, ha traído distintos mensajes importantes para que el hombre se detenga a pensar.
Indicó como parte de su misión, la virgen ha ido acompañando a Jesús en la evangelización. Es una Virgen que acompaña a su hijo siempre.
Entonces nosotros la tenemos como la gran madre espiritual interceptora ante el padre. Cuando rezamos el Ave María eso es lo que le decimos: ruega por nosotros santa madre de Dios, explicó Núñez.
Para la señora Genera Díaz, el Día de la Altagracia es una fecha especial porque es la gracia más grande que el Señor concedió a una mujer como yo, María, y la escogió para ser la madre de nuestro salvador.
Entonces, él ha venido a ser el que ha cargado con nuestros pecados, a devolvernos la gracia que había sido rota por el pecado de Adán y a reencontrarnos con el Señor, explicó Díaz, mientras acompañaba en la preparación de las flores en el santuario dedicado a Nuestra Señora de la Altagracia.
La imagen de la virgen será llevada esta tarde desde este santuario hacia la Catedral, y será retornada en una procesión que saldrá a las 4:00, para la celebración de la misa final, programada para las 6:00 de la tarde.
EL SANTUARIO la altagracia
La antigua parroquia Nuestra Señora de la Altagracia, convertida en santuario nacional, perteneciente a la Arquidíócesis de Santgo Domingo, será el centro de la celebración en esta ciudad de las actividades conmemorativas del día de la madre espiritual del pueblo dominicano.
Como padre de los actos, este domingo 20 el cuadro será colocado en una carroza y llevado a la Catedral Primada, para retornar mañana en una procesión que saldrá a las 4:00 p.m. hacia este templo, ubicado en la calle Hostos esquina Mercedes, para la celebración de la misa programada para las 6:00 p.m., con la cual se cierran estas actividades.
El traslado del cuadro de Nuestra Señora de la Altagracia desde su santuario hacia la Catedral se hace cada año, atendiendo a una solicitud formulada por monseñor Nouel, quien era un devoto ferviente de la Virgen madre de Jesús.
Otras misas con motivo del Día de Nuestra Señora de la Altagracia serán celebradas en este santuario mañana a las 7:00 a.m., a las 9:00 a.m. y a las 11:00 a.m., mientras que en la catedral serán celebradas a las 10:00 a.m. y a las 12:00 del mediodía.
Es tal la advocación del pueblo dominicano por Nustra Señora de la Altagracia, que mucha gente ha optado por denominarla con el apodo de Tatica la de Higüey.
Algo muy peculiar es que La Altagracia, que no es la patrona oficial de la República Dominicana, sino que se le considera protectora espiritual del pueblo dominicano, goza de mayor devoción que la patrona, que es la Virgen de Las Mercedes.
La Altagracia no tiene historia de apariciones físicas de la Virgen, sino de un cuadro que apareció encima de un naranjo, en Higüey, y su devoción ha estado profundamente arraigada en todos los estratos sociales.