POR ROSA ALCANTARA
La población no puede hacerse grandes ilusiones con el gobierno que asumirá el poder el 16 de este mes debido a que encontrará una  situación crítica en términos económicos y sociales, afirmaron ayer cuatro analistas políticos entrevistados para Hoy.

Empero, los sociólogos Pedro Catrain, José Antinoe Fiallo, Ramón Tejada Holguín y Eduardo Jorge Prats consideraron que el nuevo gobierno tiene que dar prioridad a las acciones tendentes a mejorar las condiciones de vida de los dominicanos, adoptar políticas no excluyentes y castigar a los corruptos.

De su lado, Catrain dijo que del próximo gobierno no se pueden esperar milagros, porque el país que recibirá Leonel Fernández  está en ruinas, por lo que hay que reconstruir y hacer una reingeniería social fuerte, porque las instituciones del Estado están carcomidas por la ineficiencia y la corrupción, así como hay grandes problemas fiscales, un déficit económico muy grande.

Con respecto a la lucha contra la corrupción, Catrain expresó que las próximas autoridades están bloqueadas para ese combate porque no tienen mayoría en el Congreso y en la Justicia hay sectores que a su juicio responderían al Partido Revolucionario Dominicano.

Entiende que la próxima gestión debe dar señales de que será transparente y tendrá una política de reforma fiscal que no gravará a los más pobres.

Asimismo, Catrain entiende que el gobierno no debe concentrarse en gobernar con el apoyo del partido oficial, sino que tiene que crear fuentes importantes de la sociedad civil y personalidades independientes.

También consideró que debe adoptar medidas de solución al problema energético.

HABLA JORGE PRATS

De su lado, Jorge Prats considera que lo más importante para el próximo gobierno es el restablecimiento de la confianza y de la seguridad jurídica, ya que son bases fundamentales para el desarrollo sustentable.

Dijo esperar una solución del déficit fiscal y cuasifiscal, con previa aprobación de la reforma fiscal. Asimismo la satisfacción de las demandas sociales más sentidas, que conducen a un incremento gradual del salario mínimo como manera de enfrentar la depreciación de la moneda dominicana.

Dijo que la lucha contra la corrupción debe estar dirigida a la aplicación de medidas preventivas como lo es la aprobación de normas respecto a la adquisición de bienes del Estado, a los concursos de obras públicas y a la transparencia en torno a la situación patrimonial de los funcionarios públicos que asumen funciones.

FIALLO BILLINI

En tanto,  Fiallo Billini estimó que el país necesita acciones políticas que vayan al fondo de los problemas sociales, económicos, y para poder enfrentarlos se requieren medidas que inicien procesos de transformación.

Consideró que hay que hacer exigencias al próximo gobierno relativas a las condiciones de vida de la gente, en cuanto a ingresos, salarios, la educación y a las posibilidades de tener acceso a los servicios de salud.

Fiallo consideró que para que el país pueda avanzar tiene que desarrollar una variante creativa de democracia participativa y la dinámica de discusión de los problemas locales y generales tienen que ser sometidos a consulta.

TEJADA HOLGUÍN

De su lado, Tejada Holguín dijo que las expectativas mínimas de la gente son que  el próximo gobierno  tenga mayor  capacidad de escuchar, de concertación, de diálogo y de cumplir con los compromisos que asume.

En tanto, expresó se es  necesario articular un gabinete social que defina políticas incluyentes, no clientelistas ni asistencialistas.

También considera que se debe buscar forma de resolver de manera permanente los problemas de educación, asistencia de salud y otros.

Asimismo, Tejada Holguín considera que el gobierno debe dejar claramente establecido que no permitirá la comisión de actos de corrupción, lo que se puede lograr con el nombramiento de un procurador general de la República y un encargado del Departamento de Prevención de la Corrupción más aceptados por el pueblo y con una trayectoria limpia dentro de éste y los anteriores gobiernos.

En términos económicos, el analista político considera importante el perfeccionamiento del sistema de recaudación, tratando de reducir al mínimo la evasión del pago de impuestos.