WASHINGTON (AP).- Estados Unidos exhortó ayer a Evo Morales, quien asumirá la presidencia de Bolivia mañana, a hacer un gobierno que permita a las dos partes «trabajar en temas de preocupación mutua’’, pero reiteró que el ex dirigente cocalero tendrá la palabra final.

Thomas A. Shannon, subsecretario de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, será el líder de la representación estadounidense en la ceremonia presidencial, pero el portavoz Sean McCormack dijo que desconocía por el momento si había conseguido una entrevista con Morales.

«Exhortamos al todavía presidente electo Morales a estar en contacto con nuestros diplomáticos, con nuestros funcionarios, para trabajar en temas que son de preocupación mutua’’, declaró.

McCormack se refirió específicamente a la campaña contra los narcóticos ilegales, «un área en la cual juntos hemos trabajado muy bien en el pasado’’, y en la que Estados Unidos ha participado con desembolsos de 464 millones de dólares desde el 2001.

Estados Unidos le ha dado también a Bolivia ayuda militar por siete millones de dólares en los últimos dos años.

Morales ha adelantado que adoptará una política de «no cero coca’’, pero combatirá el narcotráfico. Ha hecho campaña prometiendo convertirse en «la pesadilla’’ de Washington.

Si Morales desea hacer contacto con la clase dirigente en Washington, quizás los primeros temas no serán las drogas sino la posibilidad de que Bolivia reciba en donaciones unos 600 millones de dólares a través de la llamada Cuenta del Milenio, y un entendimiento de principios con el Fondo Monetario Internacional.

La Cuenta es una dependencia del Departamento de Estado, y cuando se instaló el gobierno de transición en junio Bolivia estaba en camino de aprobación de su programa correspondiente por la Corporación Reto del Milenio (MCC).

La MCC ha aprobado hasta ahora solamente programas de Nicaragua y Honduras, y está a la espera de lo que el nuevo gobierno boliviano diga lo que planea hacer para recibir esos fondos.

Bolivia tiene, por otro lado, un acuerdo de contingencia con el FMI firmado en el 2003 por 120 millones de dólares.

Desde entonces fue extendido en cinco oportunidades y ahora es de 240 millones.

La última extensión expirará el 31 de marzo, por lo que se espera que el equipo económico de Morales entre en contacto pronto con el Fondo.

Al preguntársele en una entrevista con AP sobre si Estados Unidos continuaría el trato con el gobierno de Morales para la concesión de los 600 millones de dólares de la Cuenta del Milenio, Shannon se encogió de hombros. Sin expresar oralmente una respuesta, dio a entender que no había cambios y que todo dependería de Bolivia.

«Al final, es el presidente Morales quien va a tener que decidir sobre qué políticas seguirá a nombre de su gobierno y el pueblo boliviano’’, dijo McCormack en una charla con reporteros. «Hará lo que piensa que es correcto para Bolivia y el futuro de su país’’.

Indicó que sobre la base de las políticas que adopte, «haremos una evaluación de qué tipo de relación tendrán Estados Unidos y Bolivia’’.

«Esperamos una relación positiva, buena’’, dijo. «Estoy seguro de que pueden presentarse algunas diferencias de opinión, pero las diferencias de opinión existen en cada relación’’.

«Pero, esperaríamos que, donde haya diferencias, podamos trabajarlas en una manera transparente y respetuosa’’, agregó.

Fidel no irá ascenso Evo

LA PAZ (AFP).- El presidente de Cuba, Fidel Castro, desestimó “por imprevistos de última hora” asistir a la ceremonia de investidura del primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, prevista para mañana, informó ayer a la AFP el embajador cubano, Luis Felipe Vásquez.

Castro será representado, como en anteriores ocasiones, por Carlos Lage, vicepresidente del Consejo de Estado cubano, dijo el diplomático.

El gobernante cubano “tenía todo el deseo de venir pero se lo impiden imprevistos de última hora”, señaló Vásquez sin dar precisiones.

La Alcaldía Municipal de La Paz y la estatal Univerdad Mayor de San Andrés tenían previsto condecorar al líder de la revolución cubana, al igual que al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Parte de la seguridad cubana y numerosos medios de comunicación de Cuba se encuentran desde hace días en La Paz para la transmisión de mando.

El líder cubano era el más esperado de los dignatarios invitados al histórico traspaso de mando en Bolivia, pues Morales lo considera “un padre” y en reiteradas ocasiones había manifestado su deseo de contar con Castro en la ceremonia.

Las condiciones políticas estaban dadas para que asistiera a la toma del poder de su nuevo aliado en América Latina, pero siempre pesan razones de seguridad que hacen imprevisibles sus viajes. El Ministerio del Interior de Cuba afirma que más de 600 atentados se han planeado en su contra.

Esta vez había una consideración adicional, la altura de 3.640 m en La Paz. Un viaje de Castro a Bolivia también debía pasar por la recomendación de sus médicos, aunque él mismo afirma que, a sus casi 80 años, se encuentra mejor que nunca.

Confeso admirador de Castro, a quien llama “comandante” o “compañero Fidel”, Morales, líder izquierdista de 46 años, invitó personalmente al gobernante cubano a asistir al traspaso de poderes el pasado 30 de diciembre, cuando realizó una visita de 24 horas a La Habana.

Más que simbólica esa visita fue la primera que realizó Morales como presidente electo, en el inicio de una maratónica gira que lo llevó por cuatro continentes antes de asumir el poder este domingo.

El Gobierno de Cuba ha asumido como un triunfo propio y una “esperanza” para América Latina la victoria de Morales, el nuevo aliado de Castro, tras el presidente venezolano.

Castro estuvo en Bolivia en agosto de 1993 invitado por el presidente saliente Jaime Paz Zamora (1989-93) y asistió a la asunción del primer mandato del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-97).

Sánchez de Lozada, que impulsó la capitalización de las empresas estatales, fue obligado a dimitir en su segundo mandato 2002-2003) en octubre de 2003 por una sangrienta rebelión popular que dejó más de 60 civiles muertos.