Piden a productores nacionales no temerle al TLC

Piden a productores nacionales no temerle al TLC

POR MARIO MENDEZ
SANTOME, San Juan de la Maguana.-
El Tratado de Libre Comercio  (TLC) con los Estados Unidos no es un «cuco» al que hay que temerle, sino que hay que enfrentar sus desafíos en la agricultura aplicado tecnología de punta con la abnegación del trabajo diario y con disciplina en busca de conseguir alto rendimiento por cosecha sin renunciar a la calidad y la inocuidad de los cultivos, opinó el Agroempresario Vìctor Cèsar Herrera.

El agroproductor, miembro de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) recomendò a los productores del paìs a que no le tengan temor al Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos y dijo que quienes ven en ese acuerdo a un fantasma temeroso, son quienes no desean invertir y trabajar en el campo para aportar a la seguridad alimentaria del paìs.

Apuntò que en un predio de cerca de 400 tareas ha logrado rendimientos por tarea que hacen historia en el valle de San Juan de la Maguana. «Puedo decir que me estoy preparando para competir, tengo todas las herramientas y los conocimientos necesarios para competir, pues somos muy dedicados y este proyecto es un reto personal, si fracasa el fracaso es mìo y me he acostumbrado a ser un hombre de èxitos en la iniciativa que emprendo».

Por la producción y productividad podemos competir en habichuelas, en cebolla. Los Estados Unidos que es el mayor suplidor de habichuelas a nuestro paìs no tienen alta productividad, lo que tienen son extensiones de cultivos».

Dijo sentir satisfacción personal en su proyecto agrícola, no sòlo por los empleos que aporta a la regiòn, sino por colocar en el mercado productos salidos de su finca que llama » Mis Amores», que no tienen nada que envidiarle a los importados en calidad.

La finca, dijo, tiene capacidad para estar en el mercado el año entero con papas, habichuelas, maìz dulce, melones, zanahorias y cebolla, con lo que se contribuye a reducir algunas partidas importadas en esos renglones. El predio està situado en el kilómetro 5 de la carretera Santomè-Las Garitas, en el valle de San Juan de la Maguana, es administrado por el tècnico Robert Melèndez Dìaz .

TECNOLOGIA

La aplicación racional de tecnologías en una finca de 400 tareas en la que se han logrado rendimientos por tarea sin precedentes en una variedad nueva de cebolla, asì como en habichuela y otros cultivos son indicativos de que en el paìs hay productores que se preparan para competir en un ambiente de libre comercio en agricultura, considerò el agroempresario Herrera.

Dijo que su proyecto lo comenzò hace 2 años y medio con la esperanza de modificar y llevar una agricultura diferente, que rompa los ciclos tradicionales y conviertan el valle en un verdadero productor de alimentos alternos a la siembra històrica de habichuela y arroz.

«Y lo hacemos porque nosotros creemos en la agricultura, y sabemos que tenemos la responsabilidad de alimentar a màs de 8 millones de consumidores. Como creemos en la producción nacional, demostrar que nosotros, dominicanos, y básicamente el potencial del valle de San Juan se puede explotar sin limitarnos al arroz, habichuela y batata, sino que se puede lograr en la siembra de hortìcolas, algo que habìa estado reservado para las montañas».

Afirmò que habìa roto no sòlo con la cultura de la agricultura tradicional en San Juan de la Maguana, sino con algunas supersticiones.

Los resultados de esa innovación tecnològica han sido elevar la producción y productividad a niveles incluso no alcanzados en los Estados Unidos, donde dijo, lo que hay es una agricultura extensiva en mucha tierra, pero el rendimiento por tarea està por debajo de lo alcanzado en determinados rubros en el valle de San Juan de la Maguana.

Informò que ha estado viajando y observando los procesos  y los mètodos de producción en otras latitudes y algunas de sus experiencias las ha incorporado en su finca agrícola. De Europa adquiriò una màquina cultivadora que a la vez aplica al suelo la semilla y el fertilizante,  y luego sirve para fumigar, todo mecanizado.

Fue traìda del Norte de Holanda, donde Herrera tiene unos amigos que cooperan con su proyecto al igual que el Instituto Nacional de la Investigación de la Papa en Emerlon, Holanda. De Israel, el riego por goteo que a la vez que aprovecha racionalmente el  agua, evita las enfermedades fungosas por exceso de humedad, lo cual se traduce al final en la reducciòn de los costos.

«Hemos visto en los paìses donde los agroempresarios han tenido èxitos, se han  desarrollado sobre la base de incorporar tecnología de punta, para poder dar y llevar a los mercados, lo que es las exigencias de los consumidores. Nosotros producimos para el mercado, somos productores para los consumidores, no lo que queremos, sino lo que se nos demanda en el mercado».

Herrera asegurò que ha sido pionero en los tiempos modernos en la siembra de papa en el valle de San Juan de la Maguana, algo reservado para las montañas,y ha importado la simiente de Holanda, al igual que la màquina sembradora de cebolla , papa y zanahoria.

La finca «Mis Amores»utiliza mètodos exitosos en otros paìses, comenzando con la constitución de la «camada» en el suelo, el uso de ferti-riego computarizado y la fumigación y control de maleza mecanizada, con lo que se ha conseguido la rentabilidad de las cosechas ya sean èstas de melòn, de maìz dulce, papa,  zanahoria, habichuelas o cebollas, cultivados en forma rotativa, lo que le permite a la finca estar en producción todo el año y estar presente en los mercados.

La rotaciòn de los cultivos ha llevado sanidad a la finca y reducido el uso intensivo de pesticidas.»Lo que hacemos es que cuando sacamos una producción de algo, por ejemplo cebolla, entonces sustituimos por maìz dulce o ponemos melones y sandìas. Lo que sucede que como es un proyecto de producción intensiva, no podemos dejar la tierra en berbacho, porque entonces no serìa rentable».

Importò de Israel una variedad hìbrida de cebolla nueva en el paìs y en el valle de San Juan de la Maguana, la  Ciban  H-2-O propicia para el invierno, cuando los dìas de sol son cortos, y la cual es capaz de producir por encima de los 100 quintales por tarea, frente a los 25 quintales por tarea que aportan el resto de las variedades confirmado en la historia de la siembra de cebolla en el lugar.

El ingeniero Willi Santos, soporte tècnico de la finca, explicò que esta variedad, en una zona como la de Constanza puede cultivarse dos veces al año, pero en el valle de San Juan, con tecnología de punta, se ha logrado el mismo resultado.

«Es una cebolla muy exigente en cuanto a fertilizaciòn y cuidado fitosanitario, con relaciòn a la tradicional que se siembra en la zona, la variedad recreol», dijo.

Indicò que la  variedad hìbrida Ciban  H-2-O, aunque es nueva en el valle de San Juan, por sus resultados està siendo demanda para la siembra por los cultivadores de cebolla. La semilla es importada por la empresa FERQUIDO, y su introducción en los centros de cultivo de cebolla ha sido exitosa, asegurò Santos. Quienes no han tenido el rendimiento acostumbrado, es porque usan el mètodo tradicional en el cultivo de cebolla y no estàn aplicando el paquete tecnològico usado en la finca «Mis Amores», dijo.

El ingeniero Santos asegurò que el paquete tecnológico utilizado en la finca de Herrera, comenzando con el análisis de suelo, para luego agregarle los elementos faltantes, y determinar si se puede adaptar el rubro ; la escogencia de una buena semilla, el uso del ferti-riego han sido parte del èxito del cultivo el cual aventaja al tradicional en que es màs seco, compacto y con una piel màs delgada, fácil de pelar para el usuario,  por lo que es altamente demandada por hoteles y restaurantes.

«Esta finca cuenta con riego por goteo que dentro de la agricultura es uno de los avances tecnològicos que garantiza una alta productividad en la finca. Tambièn el cultivo es muy exigente en cuanto al cuidado de control de plagas y enfermedades», apuntò.

CONSEJO

Herrera recomendò a los agroempresarios que pierdan el miedo y se lancen a la incorporación de tecnologías y al uso de nuevos mèdotos de siembra, de manera que puedan lograr la rentabilidad de sus fincas sin perder de vista la calidad e inocuidad de los alimentos.

Reconoce que ser agroempresario implica temores, porque quien invierte en un proyecto agropecuario o en un periòdico en este paìs ,  lo hace pensando en que va a perder, «nosotros no creemos en eso, pienso que se pueden vencer las adversidades, y con mucha hora- hombre de trabajo y mucho esfuerzo y con las innovaciones tecnològicas podemos salir adelante», subrayò Herrera.

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