POR ELVIS LIMA
El  clamor es colectivo y las quejas no cesan. Encontrar agua, más que una necesidad,  se ha convertido en el común denominador de los residentes en el sector Buena Vista Segunda, de Villa Mella, municipio Santo Domingo Norte.

Pero más que una demanda, la mayor preocupación de los residentes de este  populoso sector es que saben duran hasta dos meses sin recibir el líquido, lo que hace según dicen más difícil su situación.

  Para poder cumplir con los quehaceres del hogar, y las otras obligaciones que implican no tener agua potable, los cabezas de familias más pudientes tienen que disponer de RD$800,00  para adquirir un camión cisterna, y de RD$,20,00 en el menor de los casos para un botellón de agua de la denominada al granel.

“ Yo misma, por suerte tengo una cisterna grande, y al mes tengo que comprar mínimo un camión, porque de lo contrario aquí no hay quien viva”, aseguró Cristina Gutiérrez, una ama de casa que dice tener varios años, residiendo en el sector.

Afirmó que esa situación incrementa de forma significativa el presupuesto familiar, porque hay que pensar primero en el agua, antes de ir al colmado.

 En cambios, los que no tienen cisterna tienen que valerse de los vecinos que gozan de ese privilegio para poder saciar sus necesidades, ya que no tienen garantía de cuando podría llegar el servicio. “Ya yo perdí hasta la fe, porque uno se cansa de llamar a la CAASD, y solo dicen que no no desesperemos que pronto la van a mandar, y nunca llega”, afirmó José de la Cruz, un comerciante de la zona que se dedica a la venta de jugos, desde un Kiosco.

Afirmó que sus limitaciones económicas no le permiten comprar camiones cisternas, ni botellones de agua de las que ofertan los camiones a diario, porque lo que tiene que buscar el agua en otros sectores distantes, en carretillas.

Indicó que de no corregirse la situación no sabe donde acudir, porque cada vez es mayor la escasez del líquido, por lo que demandó de las autoridades no darle más larga al problema.

TARIFA INJUSTA

 Para el dirigente comunitario Gumercindo de la Rosa, constituye un crimen de las autoridades cobrar por un servicio que no ofrecen, porque mientras la comunidad reclama con urgencia acabar con la escasez, los residentes reciben cada  mes un aumento diferente en los precios de las tarifas, lo que para él resulta ilógico.

“Mira eso, antes yo pagaba RD$60.00 y por lo menos llegaba semanal, y ahora no viene y me llegó de  144 pesos.

Consideró que a ellos como residentes no le duele pagar ese monto por el servicio, siempre y cuando sea ofrecido, porque el agua es una necesidad, que no puede esperar, y más aún en la actual temporada de calor, donde el consumo aumenta.

La falta de agua, que afecta a la mayoría de los residentes del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, lleva más de dos meses, y aunque las autoridades atribuyen el problema a la sequía registrada, todavía no se vislumbra una salida definitiva a la crisis.