BARAHONA.  La Comisión Permanente para el Desarrollo de la Región Enriquillo reclamó de la Contraloría General de la República concluir la auditoría que realiza al proceso de licitación para el diseño y construcción de la presa de Monte Grande, la que considera como la salvadora del  Suroeste.

El organismo, encabezado por el obispo de la diócesis de aquí,  monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez y el director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo del Suroeste, Freddy Espinosa Pérez, planteó la necesidad de que la obra se inicie “cuanto antes”, debido a los componentes positivos que tiene para las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales.

Espinosa Pérez precisó que actualmente la región padece los rigores de la sequía, pese a que “han caído algunos chubascos, pero no hay forma de conservar el agua, y ésta se pierde en el mar.

“Igualmente nos preocupan las temporadas ciclónicas que cada año afectan al país, y  la presa permitirá contener las peligrosas avenidas de los ríos, especialmente del Yaque del Sur”, explicó.

“La presa de Monte Grande mejorará la calidad de vida de quienes residen en la zona de impacto y garantizará la seguridad de cientos de miles de habitantes de esta deprimida región”, apuntó.

Los estudios para la obra fueron comenzados por la empresa brasileña Andrade Gutiérrez,  que ganó una licitación pública internacional realizada por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. Sin embargo, el presidente Leonel Fernández dispuso la paralización de los trabajos para auditar el presupuesto de la obra, tras denuncias de supuestas sobrevaluaciones.

El contralor  prometió que los resultados serían dados a conocer en febrero pasado.

Zoom

La presa

La presa es una infraestructura de uso múltiple con capacidad de almacenar más de 65 millones de metros cúbicos de agua, lo que garantizará el riego a 32,480 hectáreas, permitirá el suministro permanente de 35 millones de metros cúbicos al año de agua potable y generará 108 GW/horas de electricidad anuales.