POR ALEIDA PLASENCIA
Directivos de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) pidieron crear las condiciones para que las empresas dominicanas puedan competir y el país no se convierta en un almacén de importaciones, como resultado de los efectos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (RD-CAFTA).

Gabriel del Río Doñé, secretario general de la CASC, así como Elpidio Antonio Santos y José Luis León, directivos, consideraron que si no se buscan soluciones, el país podría convertirse en un gran almacén de importaciones, en sustitución de las exportaciones.

En ese sentido, dijeron que ante esta situación es necesario crearle al país condiciones de competitividad para que pueda competir con Centroamérica, por lo menos.

Abogaron porque en el país se definan políticas migratoria y de empleos. En ese sentido, favorecieron que se diversifiquen las inversiones de los fondos de pensiones, de manera que se inviertan en nuevas áreas que tiendan a fomentar el empleo.

También plantearon que hay que darle facilidades a trabajadores del sector informal para que se desarrollen, como los motoconchistas por ejemplo.

Con relación a este último sector, abogaron orque se fomente la creación de cooperativas y facilidades para ellos en materia de financiamiento.

Entre las dificultades que al respecto habría que resolver, según ellos, está la crisis de la energía eléctrica, tanto en lo referente al alto costo de ésta como de la deficiencia.

El DR-CAFTA, según del Río Doñé, es un tema complejo, con personas a favor y otras en contra. Dijo que los directivos de la CASC hubieran preferido la creación de una Comunidad Latinoamericana de Naciones, en vez del RD-CAFTA.

Dijo que esa comunidad es un proyecto ideal que tiene la CASC, con el objetivo de promover unidos el desarrollo de los latinoamericanos.

Dijo que no obstante, ya el RD-CAFTA es una realidad. Al evaluar los posibles beneficios del RD-CAFTA, dijo que sin este acuerdo, las zonas francas del país desaparecerían y con ello se perderían más de 160 mil puestos de trabajo, lo que sería un impacto negativo.

En otro orden, informó que la CASC creó recientemente la Asociación Mutual de Servicios Solidarios, con el propósito de lograr que los transportistas e integrantes de la economía informal puedan ingresar al sistema de seguridad social, tal como ocurre con los dueños de la gran empresa.

Del Río Doñé dijo que a través de la citada asociación, la CASC ha afiliado más de mil trabajadores del sector transporte a la seguridad social.

Con relación al proyecto de reforma fiscal en proceso, dijeron que la CASC se opone a que se extienda la base del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicio (ITBIS) y a que en la misma se perjudique a los trabajadores. Plantearon que la reforma debe ser integral, y no solamente tributaria.