POR SANTIAGO GONZALEZ E ISMENIA FURCAL
DAJABON.- El movimiento católico Solidaridad Fronteriza de Ayuda a Refugiados y Migrantes advirtió ayer que el secuestro del niño Javier Rodríguez Liriano (Ichy)  ha despertado la ira de los residentes en esta ciudad, por lo que solicitó a las autoridades que garanticen la integridad física del menor raptado el pasado lunes y evitar de esa manera «una matanza de haitianos».

Indica la entidad que este jueves, en horas de la mañana, personas armadas con colines y palos se manifestaban frente al hospital de la ciudad donde amenazaron con matar haitianos si no se resuelve el caso y el niño es devuelto sano y salvo.

«Solidaridad Fronteriza hace un llamado a las autoridades, para resolver el caso de un niño secuestrado en Dajabón desde el lunes 1 de noviembre por parte de presuntos traficantes de drogas haitianos y dominicanos», asegura la entidad que orienta el sacerdote jesuita Regino Martínez.

En una declaración de prensa advierte que el suceso ha despertado la ira de residentes en esta ciudad y señala que en estos casos, es responsabilidad y obligación de las autoridades, investigar, poner correctivos e informar objetivamente a la población, o de lo contrario, el resentimiento popular seguirá manifestándose violentamente contra quienes no tienen nada que ver en los graves actos delincuenciales que están sucediendo en la línea fronteriza.

Además, considera preciso que las autoridades eviten que el desorden y la irracionalidad dominen las relaciones entre los pueblos fronterizos y garanticen que el derecho y la legalidad sean valores comunes, tanto en los gobernados como en las mismas autoridades.

«En el caso se involucran varios elementos que van más allá de un secuestro, un traficante haitiano que no recibió la paga por un kilo de cocaína tumbado, un militar conocido por el niño, otro número de teléfono en Haití al cual responde el menor que llora con una supuesta pistola en la cabeza», resalta.

Cree extraño que el secuestro fuera realizado “en un paso fronterizo donde existe un cuartel militar que no parece ver el tráfico permanente que hay en las inmediaciones por donde pasan combustibles, motores, drogas e indocumentados”.

Recuerda que en anteriores oportunidades, elementos como los mencionados han estado presentes en otros hechos  que aún no han sido esclarecidos ante de la opinión pública y pone como ejemplo el caso de la liberación de una niña dominicana secuestrada por un haitiano involucrado en un caso de supuesto contrabando.

Otro de los hechos que cita es el de un joven encontrado muerto en un canal por la carretera que conduce hacia Montecristi y del que siempre se dijo estaba involucrado en trafico de drogas y armas, así como el hecho de tres dominicanos y un policía haitiano apresados por trafico de estupefacientes y luego liberados días después sin saberse qué pasó.

Ayer, autoridades dominicanas y haitianas dijeron que tenían ubicado al grupo que mantiene secuestrado al niño, por cuya liberación exigen un pago de RD$310,000 y que rehusan liberarlo si no le pagan el dinero.

Las negociaciones continuaron y anoche se esperaba que el menor fuera entregado a la Policía haitiana que habían contactado a los secuestradores, pero en la zona fronteriza las autoridades nacionales se quedaron esperando.

Los secuestradores suspendieron los contactos telefónicos con  Marcelina Liriano, madre del niño con quien se comunicaron ayer cerca del medio.

El comandante del Ejército, Coronel Rafael Alvarez Acevedo, afirmó que estaban haciendo todos los esfuerzos posibles por aclarar el caso, por lo que se han integrado en un equipo en el que participan varios organismos oficiales.

«Este tipo de casos son bastante complicados y estamos haciendo lo posible por traer el menor de vuelta», dijo el coronel Alvarez Torres.

De su lado, la gobernadora Rosa Sonia Mateo expresó su preocupación por la forma en que se mueven los grupos de haitianos que hacen ese tipo de acciones para cobrar dinero fruto de negocios ilícitos.

AGREDEN CAPITAN

Un capitán de la Policía del vecino Haití no identificado, fue agredido ayer  por enardecidos manifestantes dominicanos que exigía la liberación del niño secuestrado el pasado lunes, por un grupo ligado al narcotráfico en Haití.

El oficial haitiano que ingresó al lado dominicano fue fuertemente golpeado por el grupo de personas armadas de palos, machetes y piedras que pedían la intervención de las autoridades para que el menor dominicano sea devuelto.

El oficial haitiano no fue eliminado por la intervención de un capitán del Ejercito dominicano y un miembro de la Policía Nacional.

Posteriormente, el policía haitiano fue trasladado a la fortaleza Beller, donde se le brindó la protección militar ante la protesta de los enardecidos manifestantes.

Como represalia a ese hecho momentos después, el teniente dominicano Wellington Capellán (Masita) que presta servicio en el área de Aduanas y el joven dominicano identificado solo como José Luis, fueron retenidos en el otro lado del paso fronterizo, en la localidad haitiana de Quanneminthe.

La situación era sumamente tensa y autoridades de la Policía haitiana, encabezada por el jefe de la Regional Norte, se reunieron con el comandante del Décimo Batallón, del ejercito dominicano, coronel Alvarez Torres, las autoridades de Migración, consulares y la gobernadora Mateo, donde se trató toda la situación a raíz del secuestro.

Las autoridades pactaron pasar al capitán de la policía haitiana a su territorio, a cambio de que se devolviera a los dos dominicanos retenidos del otro lado.

Ayer, la mayoría de los dominicanos estaban convencidos de que el mercado de productos que se instala cada viernes, estaba en “veremos” por la situación conflictiva en esta zona de la frontera.