POR GERMAN MARTE
Decenas de deportistas de la Liga La Familia marcharon ayer por las calles de los ensanches Ozama y Alma Rosa, donde denunciaron que la dirección del Hospital Darío Contreras pretende desalojarlos del espacio deportivo en el que más de 1,500 niños, jóvenes y adultos practican béisbol.

Leonardo Díaz, presidente de la liga y vocero del grupo, dijo que llevan años practicando en el estadio que está detrás del hospital y sin embargo, ha sido a través de la prensa por donde se han enterado que el gobierno pretende construir allí un nuevo hospital de traumatología.

«Estamos preocupados e indignados a la vez, porque nadie se ha acercado a nosotros para comunicarnos los planes que tiene con el estadio. Nosotros no estamos opuestos a un nuevo hospital, lo que queremos saber es qué vamos a hacer con cientos de niños que practican ahí», expresó Díaz.

Explicó que más de 1,500 niños, jóvenes y adultos que integran tres ligas infantiles y tres de softball, practican deportes los siete días de la semana en el estadio que ahora se pretende eliminar.

Consideró contradictorio que mientras el gobierno está interesado en construir instalaciones deportivas para ofrecer a la juventud el sano esparcimiento, en este caso se pretenda destruir un estadio de béisbol para construir un hospital que podría hacerse en otro lugar sin que les afecte a ellos.

«El gobierno está empeñado en llevarle a Capotillo, Gualey y otros barrios, canchas y multiusos para bajar la delincuencia, entonces a nosotros que somos modelos, que tenemos baja delincuencia, nos están quitando el instrumento que tenemos, donde hemos forjado a niños y adultos», manifestó Díaz.

Destacó que los sectores Ozama, Alma Rosa y Las Américas, de donde son los jóvenes que practican en ese estadio, son ejemplos de decencia y donde aún se puede andar de noche, a diferencia de la mayoría de los sectores de Santo Domingo.

Llamó la atención de las secretarías, de Obras Públicas y de Deportes, para que le busquen una solución al problema, pues «no podemos tirarle estos niños en los brazos, a la delincuencia».

Afirmó que el Hospital Darío Contreras tiene el triple de terreno que el estadio por lo que pidió a las autoridades contemplar la posibilidad de construir ahí mismo el centro asistencial.

HABLA EL DIRECTOR

De su lado, el director del hospital, Héctor Maceo Quezada, dijo que los dirigentes de la Liga La Familia saben muy bien que los terrenos donde está el estadio pertenecen al centro y por lo tanto, no tienen otra alternativa que acogerse a lo que decidan las autoridades.

«Los informes que yo tengo son de que a ellos (a la liga de béisbol) se les va a dar un terreno en otro lado», añadió Quezada.

Manifestó que nadie tiene derecho a parar la construcción de un hospital porque algunos dirigentes no quieran aceptar un terreno que se les vaya a dar en otro lado.

Indicó que ya está decidida la construcción de un nuevo hospital, pues las instalaciones del Darío Contreras, que tienen más de cuarenta años, colapsaron y no son suficientes para atender el gran número de pacientes que lo visitan.

Quezada reaccionó extrañado ante la denuncia de los dirigentes deportivos y señaló que siendo director del Darío Contreras durante el cuatrienio 1996-2000 le hizo saber a los que ocupaban el estadio que esos terrenos pertenecían al hospital y por lo tanto, podrían ser utilizados por el centro de salud en cualquier momento.

Precisó que en el lugar se construirá un moderno hospital de traumatología con capacidad para 300 camas. La obra incluye un helipuerto y un hospital ambulante.