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BOGOTA (AFP).- Las FARC pidieron más de 500 guerrilleros presos en un canje por secuestrados y propusieron desmilitarizar dos nuevos municipios para el intercambio, en un comunicado divulgado el viernes y fechado cuatro días antes de que el gobierno colombiano indultara a 23 rebeldes.
En el pronunciamiento, dado a conocer a través de la Agencia de Noticias Anncol -que difunde información de las FARC en internet-, el grupo advirtió que la eventual extradición a Estados Unidos del jefe guerrillero »Simón Trinidad» «interferiría» en el acuerdo, y propuso desmilitarizar dos localidades distintas de las que reclamaba antes para negociar el canje.
Las FARC piden retirar a la fuerza pública de Florida y Pradera (500 km al suroeste de Bogotá, en el departamento de Valle), en lugar de las selváticas localidades de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, en el sureño departamento de Caquetá, lo que ya había sido rechazado por el gobierno.
«Proponemos desmilitarizar dos municipios de los centenares que existen fuera del área de los Bloques Oriental y Sur, donde el gobierno ilusamente cree que puede derrotar a la guerrilla con el Plan Patriota, diseñado y dirigido por el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos», señaló el mando central de las FARC.
Ambos municipios «deben reunir las garantías de seguridad necesarias para el desplazamiento de nuestros voceros, el traslado de los prisioneros de las dos partes al sitio convenido para el intercambio y el posterior repliegue de los más de 500 guerrilleros que deben ser liberados en aplicación de los acuerdos», precisó.
El comunicado fue divulgado un día después de que el gobierno indultó a 23 rebeldes, una medida que presentó como un «gesto unilateral de paz» para allanar el camino hacia el intercambio humanitario, en el cual pide a 59 secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los indultos fueron concedidos una semana después de que la Corte Suprema de Justicia autorizó la extradición de »Simón Trinidad», cuyo verdadero nombre es Ricardo Palmera, el principal dirigente de las FARC encarcelado y uno de los rebeldes que el grupo exige en el intercambio.
Su extradición «interferiría seriamente las posibilidades de canje», advirtieron las FARC, y señalaron que «la Iglesia, que será encargada de los contactos iniciales, explorará las posibilidades de vinculación de Naciones Unidas, gobiernos amigos y Cruz Roja Internacional en las labores de acompañamiento y apoyo logístico» para el intercambio.
El gobierno, analistas, familiares de secuestrados y voceros de distintos sectores coincidieron el viernes temprano, antes de conocerse el comunicado de las FARC, en que tras el indulto «el balón quedó en el terreno» de la guerrilla, a la que pidieron una señal de buena voluntad.
«El gobierno espera una respuesta positiva de las FARC, que libere a los secuestrados. El indulto es un acto humanitario mediante el cual se procura hacer entender a las FARC que la solución pacífica es la alternativa», dijo este viernes el ministro de Interior y Justicia, Sabas Pretelt.
Al tiempo que el presidente del Congreso, Luis Humberto Gómez, pidió a la guerrilla «valorar el gesto del gobierno y agilizar la liberación de los secuestrados», familiares de éstos aseguraron que no se debe demorar más la firma del acuerdo humanitario.
Aunque los rebeldes no se refirieron aún al indulto, Anncol calificó de «show mediático» la iniciativa del gobierno.
Esa decisión fue celebrada por la comunidad internacional. Al respaldo anunciado la víspera por la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), se sumó este viernes el gobierno francés.
Los 23 indultados se encuentran en una prisión de Bogotá a la espera de las órdenes definitivas de libertad.
Según Juan David Angel, coordinador del Programa de Reinserción, el gobierno ultima los trámites legales para indultar a otros 12 rebeldes.
