El Centro Bonó consideró ayer que a los planes de ética anunciados por el Gobierno hacen falta mecanismos de control efectivos que pongan límites a las ansias desbocadas de poder y de riqueza que han seducido a los diversos actores de la cultura política dominicana.
Bonó entiende que el Gobierno no puede sentirse inmune a la rendición de cuentas bajo la excusa de que ha tomado algunas medidas de austeridad para sus funcionarios.
En su tradicional Análisis de coyuntura, el Centro Bonó destacó los llamados que se hacen a la ética desde las diversas esferas de la sociedad. También los esfuerzos realizados por el nuevo gobierno con iniciativas como el Código de pautas éticas y la creación de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DGIG).
Sin embargo, entiende que la ética no puede quedar reducida a la firma de códigos, aunque estos puedan ayudar a adecentar la función pública. La rendición de cuentas es probablemente el componente esencial de la ética democrática, indicó.
Hizo un llamado especial a las cámaras legislativas para que cumplan su función representativa, de fiscalización y control del uso de los fondos públicos y a no apresurar la aprobación de leyes como respuesta a las líneas del partido, sin sopesar el impacto que tienen en la sociedad.
También lamentó que el director general de la DGIG, Marino Vinicio Castillo, haya respondido a los reclamos sobre las pensiones abusivas de funcionarios del Gobierno desde una argumentación jurídica que no le corresponde.
Llamó a la sociedad a estar alerta a la ética y exigir la creación de mecanismos que mejoren la transparencia de la administración pública y apunten a una verdadera justicia fiscal.
En una sociedad guiada por principios éticos de equidad, la ciudadanía podrá pagar confiada sus impuestos porque les serán devueltos en servicios públicos de calidad, expresó el Centro Bonó.
Entiende que la reflexión ética ayuda a poner sobre el tapete los principios que deben guiar toda la vida social que persiga el bien común. La vida política no puede cumplir su misión sin atender a los valores fundamentales que persigan la dignificación de todas las personas, sin importar su origen o posición social, indicó.
En el análisis de coyuntura expusieron el sacerdote jesuita Pablo Mella, quien habló sobre la ética y el conflicto social; y Carlos Pimentel, de Participación Ciudadana, sobre sociedad civil y transparencia en la gestión pública.
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Responsabilidad
Bonó indicó que en lo adelante se debe exigir la aprobación en las cámaras de la Ley de Responsabilidad Fiscal contemplada en la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Deuda
Señaló existe una deuda histórica con la ética en la vida pública dominicana, no solo violentando derechos fundamentales en políticas sociales y migratorias, sino también las demás esferas de la sociedad que han estado atravesadas por la corrupción y por una desmovilización generalizada en torno al bien común.