Piden OTAN coopere más Afganistán

<p>Piden OTAN coopere más Afganistán</p>

RIGA (AFP).- El presidente norteamericano George W. Bush, apoyado por el primer ministro británico Tony Blair, exigió ayer, martes, a sus socios transatlánticos un mayor compromiso para que la OTAN lleve a cabo con éxito su delicada misión en Afganistán, en la apertura de una cumbre de la Alianza en Riga (Letonia).

“Para que la OTAN tenga éxito sus comandantes deben poseer los recursos y la flexibilidad que necesitan para hacer su trabajo”, dijo Bush en una conferencia antes de la cena de apertura de la cumbre, la primera de la Alianza del Atlántico Norte en un país ex miembro de la Unión Soviética, el enemigo que originó su creación en 1949 a comienzos de la Guerra Fría.

“La Alianza fue fundada en un principio claro: un ataque contra uno es un ataque contra todos”, recordó Bush, al exigir el envío de más tropas para ayudar a los fuerzas de la OTAN que enfrentan a los insurgentes talibanes en el sur de Afganistán, escenario de un recrudecimiento de la violencia y donde cuatro militares aliados murieron en dos atentados el lunes y martes.

Si bien llegaba a Riga debilitado por su derrota electoral ante los demócratas y la caótica situación en Irak y Afganistán, Bush recibió de inmediato el apoyo de su tradicional aliado, Gran Bretaña, al menos en el segundo de los casos.

“La credibilidad de la OTAN está en juego. Si no tenemos éxito en Afganistán es el mundo entero que se volverá menos seguro”, advirtió el martes el primer ministro británico, Tony Blair, de visita en Copenhague en una escala previa a Riga.

En la misma sintonía, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, consideró que “no es aceptable” que a la misión de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, que dirige la Alianza Atlántica) en el sur de Afganistán “aún le falte el 20% de sus requerimientos”.

Con más de 30.000 soldados desplegados desde octubre pasado en todo el país, la OTAN efectúa en Afganistán la mayor operación terrestre de su historia fuera de Europa, y el fantasma de un fracaso provoca tensiones entre los aliados por el porte, el papel y la distribución geográfica de las tropas.

El comandante en jefe de la OTAN, el general James Jones, viene pidiendo desde hace algunos meses unos 2.500 efectivos más en la peligrosa región sur del país, donde ya hay 10.000 soldados desplegados, en su mayoría británicos, holandeses y canadienses.

A raíz de esta situación, el eje anglosajón presiona a España, Alemania e Italia para que envíen más soldados o bien acepten redesplegar sus fuerzas ubicadas en zonas tranquilas de Afganistán, algo a lo que se niegan amparados en las restricciones incluidas en sus mandatos de participación en la ISAF, conocidas como “caveats”.

“Las situaciones de combates han sido afrontadas por unos pocos países. Otros miembros de la OTAN tienen tropas, pero han impuesto restricciones en el uso de sus efectivos o sus equipamientos”, denunció el martes la presidenta letona, Vaira Vike-Freiberga, otra firme aliada de Estados Unidos y anfitriona de la cumbre que comenzó por la noche en un salón de la Opera Nacional.

Frente a estos países proclives a aumentar efectivos militares, varios miembros de la Alianza, entre ellos España, dudan sobre la verdadera necesidad de esa pretensión y prefieren en cambio apostar por la reconstrucción del país y la formación de las fuerzas y la policía afganas.

“En el sur hay más de 7.000 efectivos. ¿Qué van a aportar 120 soldados españoles? ¿Rebajamos la seguridad en el oeste para tampoco aumentar la seguridad en el sur? Eso no tiene ningún sentido en absoluto”, reiteró el martes el ministro de Defensa español, José Antonio Alonso, presente en la capital letona.

Para salir de esta situación de bloqueo, los aliados podrían acordar flexibilizar la redistribución de sus contingentes en casos de emergencia, una formulación que conformaría a todo el mundo y zanjaría en parte la controversia.

Si bien Afganistán y la reforma militar de la OTAN son los grandes ejes de la cumbre que culmina el miércoles, la agenda de Riga también incluye los Balcanes, la relación con los países de contacto, la seguridad energética y la ampliación de la Alianza.

En ese marco, Bush afirmó que la puerta de la OTAN está abierta para Georgia y Ucrania, detrás de Croacia, Macedonia y Albania en la carrera para adherir a la Alianza.

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