LA HABANA.  AP.  Tras una sesión de nueve horas concluyó ayer  la primera jornada del juicio oral al estadounidense Alan Gross, acusado de actos que dañan la integridad del Estado isleño, un proceso que enfocará los reflectores hacia las tensas relaciones entre La Habana y Washington. La única información que las autoridades de la isla ofrecieron sobre el proceso fue un comunicado, según el cual la Fiscalía pidió 20 años de cárcel para el estadounidense, encarcelado el 3 de diciembre de 2009.   Poco después de las seis y media de la tarde, Judy Gross, la esposa del contratista, salió en un auto verde luego de haber participado a lo largo de todo el día en el proceso y fuentes diplomáticas dijeron que el juicio oral continuará el sábado por la mañana.    En Washington la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton demandó la liberación incondicional de Gross. “El ha estado injustificadamente preso por mucho tiempo”, señaló.  

El norteamericano, de 61 años, llegó a Cuba con equipos de telecomunicaciones ilegales a nombre de Development Associates International (DAI).