POR ERICA GUZMAN
SAMANA.- Familias residentes en el distrito municipal de Arroyo Barril solicitaron la intervención urgente del Presidente Leonel Fernández, para que ordene la detención de los desalojos que se ejecutan en unos terrenos que ocupan desde hace más de 70 años.
En una comunicación dirigida al jefe del Estado, vía la Gobernación Provincial, los afectados atribuyen a un empresario español y a un economista y dirigente político ser los supuestos responsables del conflicto originado en las parcelas 1709-B y 2268, del distrito catastral número siete, de Samaná, ubicadas en Las Pascualas y Arroyo Barril.
Entre los firmantes del documento figuran Luis Vásquez, Gladys de Jesús, Nicolás Arias, Teodoro Polanco, Mariano Pantaleón, John Anderson y Daniel Taveras, quienes externaron su preocupación al mandatario.
Estamos desesperados. Nadie nos atenciona y, de continuar este problema, más de 200 a 300 familias se verán afectadas, señalan en la comunicación.
A mediados de noviembre del pasado año, varias viviendas valoradas entre RD$350,000.00 y RD$3,000,000.00 fueron demolidas abruptamente en horas de la madrugada, amparados en una orden de desalojo emitida por el abogado del Estado.
Algunas de estas familias manifestaron que no recibieron ningún tipo de notificación al respecto.
A raíz de esa acción, las familias afectadas vienen reclamando que los daños ocasionados a sus inmuebles sean resarcidos por los presuntos autores.
Según se indicó, el ciudadano español compró unos terrenos colindantes con una de las parcelas en litigio cuyas, con la alegada intención de apropiarse de miles de tareas, debido a la importancia turística de esta zona.
El señor Luis Vásquez, de 73 años, dijo que esos terrenos originalmente pertenecían a un emporio azucarero, y en 1958 pasaron a manos del fenecido ex contralmirante Rafael B. Richardson.
Nadie nos muestra un certificado de título que identifique al dueño natural, y no es cierto que ahora sea un extranjero, expresó Vásquez.
Asimismo, Felipe de Olmos, de 70 años, dijo que sus progenitores ya fallecidos vivieron en esas tierras, en las que creció junto a seis hermanos y todavía permanece en el lugar.