POR ALEIDA PLASENCIA
El Consejo Nacional de Competitividad (CNC) consideró necesario asegurar mecanismos en el país, que permitan reducir la brecha entre las facilidades y oportunidades de los grandes negocios, en comparación con los más pequeños.

En un documento de prensa, el CNC señala que de manera reiterada, y ya con un consenso casi absoluto, se identifica la necesidad de un nuevo marco regulatorio y de fomento para los negocios de menor dimensión o de las pequeñas y medianas empresas, mecanismo común en la mayoría de los demás países.

«En los últimos años, los principales actores del sector de las micros, pequeñas y medianas empresas han discutido y consensuado ideas sobre los problemas más críticos que afectan el desarrollo de éste y han avanzado sobre propuestas de acciones y políticas a implementar», señala.

También considera pertinente aclarar que no se pretende un régimen de privilegios para las pequeñas y medianas empresas, sino más bien, asegurar mecanismos que permitan reducir la brecha entre las facilidades y oportunidades de los grandes negocios en comparación con los más pequeños.

Sostiene que en el presente, las pequeñas y medianas empresas no identifican quién es su interlocutor dentro del gobierno.

«Por otro lado, además de que no existe una real coordinación entre las instituciones gubernamentales con programas y servicios a las pequeñas y medianas empresas, la asignación de recursos depende de decisiones de funcionarios, que no siempre tienen la mejor relación o comunicación», afirma.

En el pasado reciente -añade- «ha habido varios intentos por presentar una Ley de Fomento a las pequeñas y medianas empresas, pero todos los casos han sido marcados por la misma característica: acciones y propuestas con muy buenas intenciones, pero no consensuadas entre los principales actores”.

Agrega que otra característica ha sido que solamente se ha visto al Programa para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), como el centro de toda la estrategia hacia el sector, cuando en verdad éste representa un programa de financiamiento, entendiendo que el desarrollo del sector es mucho más complejo que eso.

Indica que posiblemente la motivación principal se ha basado en dotar a dicha entidad de una base legal que no sea un decreto, sino más bien una ley.

 «En este sentido, tenemos que al final del primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se sometió un borrador de ley, pero no fue consensuado con el sector, de ahí, entre otras cosas, la razón por la cual no prosperó», resalta.

Precisa que posteriormente, y de la misma manera, al final del gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, se sometió otro nuevo borrador que también sufrió la misma suerte de no tener respaldo.

«Por lo antes expuesto y considerando que en la actualidad no existe una institución con el real y legítimo liderazgo para dirigir y coordinar las acciones que conlleven a definir una estrategia para el desarrollo y la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, en donde un nuevo marco regulatorio y de fomento ayudaría a institucionalizar y operativizar dicha estrategia, se sugiere que el CNC asuma esta iniciativa», recomienda.

Indica que dicha estrategia será expresada de la siguiente forma: El CNC, como ente coordinador, deberá definir e implementar, en alianza y consenso con el sector privado y las entidades públicas, un nuevo marco regulatorio y de fomento de las pequeñas y medianas empresas

A través de este nuevo marco se establecería, señala el documento, un nuevo marco institucional normativo que facilite la coordinación entre los diferentes actores e instrumentos. Igualmente, se establecerían instancias de políticas y vigilancia separadas de los niveles operativos, dice.

También, que «una posible nueva figura a manera de observador o defensor de las pequeñas y medianas empresas, con el mandato de emitir opinión pública sobre cualquier disposición que pudiera afectar a las empresas de menor dimensión e igualmente rendiría su informe independiente anual sobre el estado de las pequeñas y medianas empresas dominicanas».

Habría que destinar, dice, fuentes y porcentaje del presupuesto nacional dedicado al sector, al igual que los programas y las proporciones de recursos a utilizar en financiamiento, desarrollo empresarial e investigaciones.

Se requeriría, sostiene, una simplificación administrativa que facilite y agilice los trámites para la creación, formalización y funcionamiento de las micro y pequeñas empresas. Igualmente, programas y ventanillas, diferenciando diferentes enfoques.

Estos son enfoques sociales para las microempresas de subsistencia y de desarrollo económico para las microempresas de acumulación y las pequeñas y medianas empresas.

Dice que «en el marco conceptual de la Ley anterior»,  habría que revisar la base legal del POMIPYME (decretos presidenciales) y preparar una nueva Ley Orgánica para este programa como entidad de segundo piso y parte del sistema integral de apoyo a las pequeñas y medianas empresas.