Caballero, Cotuí. El sacerdote Nino Ramos responsabilizó al Ministerio de Educación, por el derrumbe del techo de la escuela primaria de Sabana de Caballero, que ha dejado sin clases a más de 200 estudiantes.
Expuso que la ministra de Educación, Josefina Pimentel, con su actitud se ha burlado de los estudiantes dejándolos solos ante el desastre y exponiéndolos al peligro.
Ramos contó que en una reunión donde participaron más de 100 padres y representantes de organizaciones, se tomó la medida de paralizar las clases en todas las escuelas públicas de las comunidades en solidaridad con el centro.
Ya está bueno que los poderosos del Ministerio de Educación se burlen de nuestras comunidades campesinas. La escuela de Caballero está inservible y esos más de 200 estudiantes tienen derecho como cualquier otro niño del país. Y estamos cansados de tanta dejadez, expresó.
Desde comienzo de esta semana el Distrito Municipal de Caballero, de la provincia Sánchez Ramírez, paralizaron las clases en los planteles escolares, de Los Brazos, Palmarito, Atalaya, La Búcara, Sabana de Caballero y el Liceo Francisco Cassó,
Ramos, aclaró, que fueron muchas las diligencias y visitas al Ministerio de Educación tratando de buscarle una solución al problema pero que todo fue en vano.
Señaló que parte del techo se desplomó hace dos meses y las autoridades no hicieron nada y aún así los alumnos siguieron recibiendo clases, pero que en las actuales condiciones puede que hayan más problemas, por lo que recomendó a Educación buscar una salida para que no se pierda más clases.
Ellos han hecho promesas que no han cumplido. Ahora aquí estamos unidos, y si bien es cierto que nos da pena que pierdan clases, es peor que a alguno de los estudiantes les pase una desgracia que no podamos enmendar. Seguiremos en la lucha y esperamos que vengan con soluciones de inmediato para que no se pierda el año escolar de unos 200 estudiantes, dijo.
Petronila Guzmán y Casimiro Guzmán de la escuela de La Atalaya; Ana Altagracia Marte y Martha Mayí de la escuela de La Búcara; Isabel Mejía y Francisco Grullón de la escuela de Palmarito; entre otros dijeron que paralizaron la docencia en solidaridad con la escuela de Sabana de Caballero porque es un peligro público.