POR NARCISO PEREZ
HATILLO PALMA, Montecristi.- La gobernadora de Montecristi, arquitecta Amalia Grullón, solicitó a los moradores de este distrito municipal respetar la integridad delos haitianos y evitar maltratos en venganza por el asesinato de la comerciante Maritza Núñez y las heridas a su esposo, Domingo Antonio Luna. Pero, representantes de las organizaciones populares reclamaron de las autoridades civiles y militares respetar su decisión de no permitir la presencia de la mano de obra haitiana, luego del asesinato de la comerciante Maritza Núñez y las heridas graves a su esposo.

Este, se recupera en un centro médico de Mao, Valverde.»Todos estamos preocupados por los sucesos del pasado lunes, pero debemos reflexionar y buscar las mejores medidas para que ningún sector salga perjudicado», expresó la gobernadora durante un encuentro de atoridades y dirigentes comunitarios locales celebrado en el club cultural de aquí.

Prometió que las autoridades de Migración y otras instancias estatales buscarán solución a la presencia haitiana en esta localidad, luego del incidente en que fue muerta la comerciante y herido de gravedad su esposo.

Precisó que la Dirección General de Migración y las demás autoridades presentarán posibles soluciones al rechazo de la presencia de mano de obra haitiana aquí, con lo cual se perjudicarían decenas de dueños de fincas.

La síndica de este distrito municipal, Yoselin Espinal, informó que fue para evitar una masacre que prestó los vehículos municipales en los que fueron trasladados a Dajabón los haitianos que eran perseguidos por moradores de aquí luego del asesinato de la comerciante Núñez.

Agregó que el problema entre haitianos y dominicanos no tiene solución inmediata.

«No me arrepiento de haber socorrido a los haitianos, ya que si no eran auxiliados los muertos se iban a contar por muchos», dijo Espinal. Durante el encuentro, que tuvo lugar en un club cultural de aquí, la gobernadora Grullón trató de calmar los ánimos de los moradores, pero éstos insistieron en que «los haitianos e_ para fuera que van».

Dirigentes comunitarios locales ponderaron las posibles soluciones a los problemas suscitados después del asesinato de Núñez.

Johnny Acosta, vocero de los grupos populares, informó al término de la reunión que por decisión unánime de la asamblea, no se permitirán trabajadores haitianos en las fincas y otros centros productivos-laborales de aquí mientras se mantenga el estado de efervescencia.

También se acordó crear una comisión representativa para estudiar con las autoridades de Migración sobre el control de la presencia haitiana en la comunidad en los próximos meses.

Igualmente crear una oficina que captará mano de obra dominicana para ofertarla a los dueños de fincas.

Acosta dijo que si las autoridades de Migración no repatrian a los haitianos ilegales, entonces la comunidad se encargaría de hacerlo.

Desde el pasado lunes, cuando ocurrió el crimen, las labores productivas en las fincas bananeras, de tomate, arroz y otros cultivos se mantienen paralizadas, ya que en un 90 por ciento son desempeñadas por haitianos, quienes huyeron a su país.