Piden revisar ley ampara represores de la dictadura brasileña

El texto firmado por el procurador general, Rodrigo Janiot, fue enviado al Tribunal Supremo y remite a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que hace cuatro años se pronunció en contra de esa ley de amnistía.

La CIDH se apoyó sobre todo en la represión a una guerrilla que operó entre 1967 y 1974 en la región de Araguaia (noreste), pero sustentó que ningún crimen de lesa humanidad puede permanecer impune y exigió que Brasil investigue y sancione todos los casos de violaciones de derechos humanos ocurridos en la dictadura.

Sin embargo, la justicia brasileña sostiene que la amnistía dictada en 1979 por el propio régimen militar tiene amparo legal y que, además, su constitucionalidad fue refrendada por el Tribunal Supremo en 2010, cuando diversos movimientos sociales exigieron su nulidad.

En el texto, Janot afirma que «la República Federativa de Brasil, de manera soberana y jurídicamente válida», decidió someterse a la jurisdicción de la CIDH como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo cual impone la «obligación» de cumplir con las sentencias de ese organismo.

Aunque fue ratificada por el Supremo hace cuatro años, la ley de amnistía aún es objeto de demandas y actualmente el Supremo estudia un nuevo pedido de nulidad, presentado por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y respaldado ahora por la Procuraduría.

Asimismo, diversos grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional, mantienen campañas permanentes en las que exigen la abolición de la ley de amnistía y que se ponga fin a la impunidad que ampara a los responsables de torturas, ejecuciones sumarias y otros delitos de lesa humanidad ocurridos en la dictadura.

En Brasil no existen números oficiales sobre el número de muertos que dejó la represión durante los 21 años que duró la dictadura (1964-1985), aunque los grupos de derechos humanos hablan de «miles», sin ninguna precisión.

Oficialmente, fueron reconocidos unos 400 casos de desapariciones forzosas y también que el secuestro, la tortura y las ejecuciones eran prácticas generalizadas en los calabozos de la dictadura. EFE