TRIPOLI.  AP.  Dolientes clamaron venganza ayer durante una procesión de unas 2,000 personas que acompañaba al féretro del hijo del líder libio Moamar Gadafi, muerto por un ataque aéreo de la OTAN.  

La multitud se agolpaba para acercarse al ataúd de Seif al-Arab Gadafi, el segundo hijo más joven del gobernante, cuando fue sacado de una carroza fúnebre y colocado en un cementerio en la capital libia. Algunas personas oraban, otras hacían la V de la victoria y unas más gritaban.   “íVenganza, venganza por ti, Libia!”, gritaba la multitud en torno al féretro, el cual estaba envuelto en la bandera verde del país y llevaba una corona de flores a las que marchitaba el calor. “Exigimos venganza para nuestros mártires”.  

Las autoridades libias afirman que Seif al-Arab, de 29 años, murió el sábado por la noche junto con tres nietos de Gadafi durante un ataque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a un inmueble de la familia del mandatario en Trípoli.

 El gobernante y su esposa estaban en el lugar cuando ocurrió la incursión y resultaron ilesos, según las fuentes.   Mientras tanto, las fuerzas leales a Gadafi atacaron con tanques la ciudad occidental de Misrata, en medio de rumores de que el líder libio se dispone a utilizar armas químicas.

Las claves

1.  Gadafi impide que la ayuda llegue a Misrata

El régimen de Gadafi bloqueó ayer la llegada de ayuda humanitaria a Misrata, cuyo puerto continúo bombardeando, al tiempo que perdió un importante apoyo en Trípoli, al cerrar Turquía su Embajada en la capital libia y evacuar a su personal por razones de seguridad.

2.  Represalia

Los ataques contra las representaciones extranjeras se produjeron en represalia porque Saif el Arab, el hijo menor de Gadafi, y tres de sus nietos, murieron.