Pido perdón a todos ellos

Pido perdón a todos ellos

MANUEL A. GARCÍA SALETA
Mi deber como dominicano, en este momento es pedirle perdón a todos aquellos compañeros que sacrificaron sus vidas luchando por la libertad y la democracia de este bendito país que ahora está convertido en un caos.

Pensar en la invasión del 1949, donde murieron valientes dominicanos y extranjeros, incluyendo a mi inolvidable amigo Gugú Henríquez, tratando de terminar con la dictadura trujillista; memorizar las invasiones de Constanza, Maimón y Estero Hondo, donde perecieron tantos jóvenes profesionales y patriotas tratando de liberarnos de la dictadura que nos agobiaba entonces; evocar la insurrección de Manaclas, donde mueren Manolo Tavarez Justo y 32 compañeros que luchaban por restablecer el gobierno electo en los comicios del 1962, derrocado en el 1963 por un golpe de Estado dado al Presidente Juan Bosch, y por último la revolución de abril del 1965 que comandó el coronel Caamaño Deñó, donde murieron más de 5000 personas en la parte norte de Santo Domingo; sin duda alguna es lamentable y bochornoso las pérdidas de tantos hombres y mujeres buenos que ofrendaron sus vidas por un país mejor y más decente y que a los 40 años de esas luchas patrióticas, estemos viviendo y contemplando una situación tan vergonzosa y apabullante de políticos mediocres, mezquinos y medianejos que no piensan en este pueblo que necesita tanto de la benevolencia de los que puedan ayudar a mejorar las condiciones de vida de tanta gente que sufren hambre y miseria.

Contemplar las actitudes de senadores y diputados tratando de proteger los corruptos del pasado gobierno, negándose aprobar los préstamos y leyes pendientes de conocerse por ambas cámaras, para conseguir en cambio la impunidad de servidores públicos, que destruyeron la economía de esta nación empobrecida por el saqueo del erario público que hicieron esos señores durante su permanencia en el poder político. Creo conveniente, en vista de la posición que han mantenido los senadores frente al gobierno de Leonel, buscarse algunos neurólogos para que estudien el contenido de la materia gris de esos senadores, porque para actuar como lo están haciendo ellos, da la impresión que no tienen sesos sino otro contenido en la cabeza.

Al doctor Leonel Fernández, Presidente de la República Dominicana, que y está bueno de estar concesando y cediendo las peticiones que le hacen los antiguos gobernantes. La percepción que tiene el pueblo dominicano actualmente es que está siendo manipulado por las presiones que le están haciendo esos personajes. El Presidente tiene que complacer al pueblo que le dio su voto, ejerciendo el poder para sancionar a todos los que han cometido delitos; de lo contrario le sucederá lo que le están advirtiendo sus verdaderos amigos.

Las declaraciones del secretario de la Presidencia, el licenciado Medina, son algo insólito porque dan entender dos cosas: la primera es que el gobierno está aguantando el expediente y lo segundo es que no se atreven a publicarlo; de ese asunto el país debe estar debidamente enterado. Vemos con preocupación que el PPH está amenazando de una manera directa y que el PLD, con excepción de su secretario general, está cediendo, dando la impresión que tiene miedo o es cómplice de lo que está sucediendo.

La población no votó para que el PLD esté dando la impresión de cobardía frente a Don Hipólito, que públicamente lo está desafiando, sin tener respuesta del gobierno actual.

Por último, decirle al Presidente Leonel Fernández que todos conocemos su preparación intelectual, de su inteligencia, de su benevolencia, de su capacidad para gobernar, su educación y amabilidad, pero su país necesita en estos momentos que el presidente regrese a Villa Juana y se siente en la acera de la Iglesia y a partir de ahí, comience a meditar y pensar coómo ayudar a esa masa humana que no tiene de nada para vivir como seres humanos; quizás así conocería la realidad que vive su pueblo.

Qué vamos hacer con la situación que vive la sociedad dominicana, con una gran parte de la Policía pervertida; también el ejército, la marina y la aviación con vinculaciones peligrosas; la educación y la salud pública sin meta definida y con escasos recursos asignados en el presupuesto; estos dos últimos son importantes para su propósito tecnológico.

Sugerirle que no coja más pista para salir del país en estos próximos seis meses. Su presencia es imprescindible. No nos abandone, que el gobierno lo necesita aquí para poder enfrentar la crisis que nos agobia. Y echar para adelante el país.

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