Piedra Blanca

<P>Piedra Blanca</P>

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
La política es el arte de gobernar, ese es el enunciado. Luego surge la pregunta: ¿Cómo se gobierna? Depende de quién gobierna y qué persigue. Sostengo que las situaciones de Piedra Blanca, Bonao y Castillo, provincia Duarte, deben ser observadas permanentemente para que se determine el curso de la campaña de las elecciones de mayo del 2006.

En Piedra Blanca fue asesinado un regidor electo en la boleta del Partido de la Liberación Dominicana quien había sido expulsado o renunciado de la organización, luego de votar contra la línea de su partido. El regidor decidió pasar al Partido Revolucionario Dominicano. Con el voto de ese regidor se constituía la mayoría para dirigir el ayuntamiento de Piedra Blanca.

El regidor fue amenazado de muerte y ofreció una declaración, que está filmada y se ha publicado varias veces, en la cual denunciaba la situación. No fue escuchado. Al otro día fue asesinado. Esos son los hechos.

Luego los «aquí la puse y allí la dejé» cubiertos por el manto del abuso de poder y la triquiñuela jurídica, quieren echarle agua al vino y «dejar las cosas como están», lo cual es inadmisible.

En Castillo pasa otro tanto, un regidor que cambia de partido, nadie $abe cómo fue convencido, y el Ayuntamiento tiene problemas de gobernabilidad.

Quizá si las posiciones electivas pertenecieran a los partidos tales situaciones no ocurrirían pero sería un tanto volver a la criticada práctica del Partido Dominicano, el de Trujillo, que ofrecía una curul a una persona pero antes la hacía firmar una renuncia sin fecha; no recuerdo si el PLD intentó hacer algo así.

El objeto de este artículo es llamar la atención sobre la intolerancia que en política es muy grave porque muestra la inexistencia de espíritu democrático, ánimo de retaliación, una visión muy estrecha e intenciones nada santas.

La guerra de las papeleta$ está sobre el tapete.

La concertación entre los partidos Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano (Terencio dijo: «nada humano me es ajeno») coloca en una posición muy difícil al Partido de la Liberación Dominicana que buscaba unidad con el PRSC, de la que nos libramos pues una mayoría peledeísta en el Congreso Nacional permitiría al gobierno ahogarnos con impuestos, a juzgar por sus propuestas para la reforma fiscal.

No es un secreto que el PLD fue formado y su cúpula sigue los lineamientos de la obediencia disciplinada, sin discutir, a decisiones con las cuales no importa si se está o no de acuerdo.

Si se quiere una muestra de lo que hubiera ocurrido con un Partido de la Liberación Dominicana con todos los poderes, sólo hay que ver la desafortunada decisión de no tramitar un préstamo para que los ayuntamientos del país paguen la regalía pascual.

Todo, porque la mayoría de las autoridades de los ayuntamientos fueron elegidas en la boleta del Partido Revolucionario Dominicano. ¿Es justa tal decisión? ¿Es una demostración de espíritu democrático?

Quizá lo de Piedra Blanca, lo de Castillo y la decisión del gobierno de poner piedras en el camino de la regalía pascual a los ayuntamientos, son demostraciones de cuán oscuros pueden ser los días de la campaña que culmina el 16 de mayo del 2006.

Por supuesto, quisiera estar equivocado y que el suave viento de la contienda civilizada y tolerante impere en este tiempo y siempre.

Quiera Dios.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas