Las hay tanto con procesos industriales como totalmente naturales, como las que conseguimos extraídas directamente de los ríos.
En la decoración, las piedras brindan sensación de frescura y relajación, especialmente las que son colocadas en recipientes de cristal transparente. Se les puede poner agua, pero por sí solas tienen un efecto que produce quietud.
Generalmente solemos combinarlas con flores en jarrones y floreros, pero igualmente se podrían colocar de la forma que prefiera en la mesa de comedor por ejemplo, para crear un aspecto marino a su espacio, así como también en jardineras de barro, directamente encima de la grama del jardín o en bases en forma de pucheros.
De cualquier forma que decida decorar con piedras estará dando a su ambiente un estilo desenfadado.
Aunque las de color totalmente natural lucen hermosas, y esas son básicamente utilizadas en el estilo oriental zen, también las hay de varios colores que podrá elegir a su gusto.
ZOOM
Con forma y color
Las piedras decorativas tienen mucho mayor atractivo cuando son de colores. Se puede elegir un color en particular para colocar y ambientar un lugar determinado, o bien combinar varias tonalidades.
¡Cuidado!
Si le gustan las piedras de colores para decorar sus rincones tanto dentro como fuera de su hogar utilícelas, pero tenga cuidado si tiene pequeños en casa, pues podrían confundirlas con alguna golosina y provocarse un accidente.
Origen de la piedra en la decoración
Desde la antigüedad, se viene utilizando la piedra mosaico en la decoración. Datos al respecto indican que todos los pueblos antiguos incursionaron en este arte, elaborando piedras de mucho lujo que formaron parte de la cultura helénica y parte de la cotidianidad mitológica. Estas piedras de lujo eran de materiales como el mármol, vidrio, ónice, utilizados básicamente en la época romana.