Piel, uñas, cabello y la dieta veraniega

Piel, uñas, cabello y la dieta veraniega

Sabemos que lo que comemos afecta a nuestra salud o incluso a la manera en la que nos sentimos. Sin embargo, muchas personas ignoran que la dieta también está relacionada con ciertos problemas que se agudizan en verano, como la piel seca, el cabello y las uñas quebradizas y los ojos enrojecidos. Estas señales de alarma pueden ser el indicio de una alimentación inadecuada y permiten conocer cuáles son las posibles carencias nutricionales del organismo. Fuente: Revista Prevenir

CABELLO SECO Y QUEBRADIZO

Este problema suele deberse a la falta de proteínas, ácido fólico, hierro y vitaminas B6, B12 y C. Estos nutrientes ayudan a mejorar el riesgo sanguíneo, que lleva el oxígeno al cuero cabelludo, y cuando no alcanzan los niveles adecuados favorecen la reducción de los glóbulos rojos, lo que puede llegar a asfixiar el cuero cabelludo. Por otra parte, la vitamina C favorece el crecimiento del cabello, por lo que una ingesta baja de esta vitamina hace que el pelo sea débil y quebradizo. Para remediar este problema basta con aumentar la ingesta de espinacas y lentejas, que en verano pueden tomarse en ensalada, fruta y carne.

UÑAS DÉBILES

La debilidad de las uñas está asociada a la falta de proteínas, hierro, selenio, zinc y vitaminas E, K y C. Para integrar estos nutrientes en la dieta se puede consumir pan integral, tomar al menos cuatro o cinco piezas de fruta al día, y aumentar la ingesta de verduras y de alimentos ricos en hierro, como las espinacas o las lentejas.

PIEL SECA

El torrente sanguíneo proporciona oxígeno y nutrientes a la piel y elimina los desechos del metabolismo celular. El suministro insuficiente de uno o más nutrientes puede hacer que los desechos tóxicos se acumulen en la piel. Entre los alimentos adecuados para mejorar la calidad de la piel se encuentran los cereales, el pan integral, las frutas y verduras y los alimentos ricos en hierro. También es importante incrementar el consumo de agua o bebidas con efecto diurético, como el té helado.

ENVEJECIMIENTO

Los antioxidantes, como las vitaminas C y E, el betacaroteno y el selenio, retrasan el envejecimiento al reducir el daño provocado por los radicales libres, moléculas que dañan las células. Asimismo, la vitamina C favorece la formación de colágeno, una especie de ‘pegamento’ que mantiene a las células juntas. La falta de colágeno disminuye la elasticidad de la piel y aumenta el tiempo necesario para recuperarse de las agresiones. Durante el verano se pueden integrar estos nutrientes tomando un zumo de naranja en el desayuno y al menos otros dos alimentos ricos en vitmina C a lo largo del día, como kiwi, brócoli o fresas. Para conseguir un buen nivel de betacaroteno se pueden combinar los huevos con espinacas o comer más zanahoria. En cuanto a la vitamina E, se recomienda el consumo de suplementos para evitar la ingesta de algunos de los alimentos que la contienen, que suelen tener un alto contenido en ácidos grasos.

OJOS ENROJECIDOS

El ojo se ve constantemente atacado por los radicales libres generados por los rayos ultravioleta. Una dieta rica en antioxidantes, como betacaroteno y vitaminas C y E, puede frenar la acción de los radicales libres y prevenir la aparición de trastornos visuales asociados a la edad, como la degeneración macular o las cataratas.

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