Pieles al sol envejecen prematuramente

Pieles al sol envejecen prematuramente

“Hace 15 ó 30 años, los dermatólogos veíamos que los primeros signos de envejecimiento aparecían a partir de los 40 años. Hoy, vemos personas 28 y 30 años con signos de envejecimiento”. Así lo expresa la doctora Ana Josefa Díaz de Marte, destacada profesional de la dermatología, quien asegura que la causa principal del envejecimiento cutáneo prematuro es el sol.

Tras la búsqueda del bronceado perfecto y de la apariencia atractiva que confiere una pie morena, bruñida y dorada por el sol, los seres humanos, sobre todo los jóvenes, se exponen a envejecer prematuramente y padecer enfermedades tan serias como el cáncer.

“En los años 60, empezó la cultura de los adoradores del sol; 44 años después estamos viendo las consecuencias: aparición temprana de los signos de envejecimientos y muchos cánceres de piel, como melanomas y enfermedades del colágeno activadas por el sol se han vuelto cada vez más frecuentes”, afirma la especialista.

“En las personas que han tomado mucho sol las arrugas empiezan a verse a los 35 años. Se les ven patas de gallina y en la “V” del escote, se observan líneas y manchas amarillas que también son avejentamiento”.

ESPEJO DEL CUERPO

Aunque el envejecimiento es un proceso natural que involucra a todo el organismo, la piel, por ser el órgano más grande, es el que mejor refleja el funcionamiento de los órganos y sistemas del cuerpo. “Si los ojos son el espejo del alma, la piel es el espejo de lo que pasa en nuestro interior. Es como un libro abierto”.

La doctora Díaz de Marte pone como ejemplo que cuando se padece de enfermedades tales como quistes de ovario, o problemas mamarios, tiroideos o suprarrenales, la piel se reseca; el pelo se afina y las uñas se tornan frágiles.

Por su extensión, la piel es también el órgano que con mayor facilidad refleja los cambios que se producen cuando una persona se está haciendo vieja; en contacto permanente con el medio externo, la piel está expuesta a las condiciones atmosféricas, por lo que las personas que viven en climas extremos envejecen más rápidamente.

Otros factores que influyen en el envejecimiento son la herencia, que se considera el factor más decisivo en la velocidad e intensidad del proceso de la vejez, la alimentación, el uso de drogas, la vida sedentaria y el estado mental.

“Las personas con depresión y ansiedad envejecen más rápidamente, se les marcan las líneas de expresión y se les contraen los músculos, por lo que llega menos sangra a la piel”.

El sexo también influye; así, en los hombres, los signos de envejecimiento aparecen más tardíamente que en la mujer; pero, si el hombre tiene la piel fina y realiza mucha actividad al aire libre los signos de la vejez se hacen visibles tempranamente, asegura la especialista.

PREVENCION

La fórmula que la doctora Díaz de Marte recomienda para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel es sencilla: alimentarse bien y protegerse de los rayos solares.

Para la dermatóloga, una alimentación balanceada, rica en frutas y vegetales y la ingestión de líquidos abundantes son esenciales para contrarrestar el proceso del envejecimiento.

Como protección contra el sol recomienda el uso sistemático de filtros solares con factor de protección solar (FPS) mayor de 15 y si la persona tiene la piel blanca debe usar protectores con FPS mayor de 30.

“Recomiendo los filtros solares que se usan como medicamentos, no los cosméticos, ya que estos pueden conferir una protección solar diferente a la que indica la presentación”.

Otra recomendación de la especialista es hacer uso del sombrero, sobre todo personas cuya actividad laboral les obliga a estar permanentemente expuestas a los rayos del sol.

TRATAMIENTO

El arsenal terapéutico con que cuenta la dermatología para retardar el envejecimiento es muy amplio; incluye medicamentos orales y tópicos; procedimientos con productos químicos, medios físicos y mediante el uso de rayos láser y, como último recurso, la cirugía.

La doctora Díaz de Marte, directora del Centro Dermatológico Tez, expresa que su cuadro terapéutico básico, el cual puede ampliar o modificar de acuerdo a la edad, sexo, estado de la piel, entre otras características de las personas, consta de:

Vitaminas antioxidantes: A, D, E y C.

Hidratantes, las cuales recomienda tanto a hombres como a mujeres.

Protector solar.

Recomendación de ejercicio físico, alimentación sana y aumento en la ingesta de líquidos.

Acido retinóico, el más viejo de los derivados de la vitamina A acida y el que mejores resultados ha demostrado tener ante el envejecimiento. La especialista advierte que este medicamento debe ser aplicado por prescripción de un dermatólogo y bajo estricta supervisión por las implicaciones que conlleva su uso: sólo se aplica de noche y durante el día la persona debe usar protector solar. No se usa a niños ni a mujeres embarazadas.

Otros medicamentos como ácido glicólico, vitamina C tópica y un producto derivado de las algas llamado ácido kójico.

Procedimientos: los peeling regeneran la dermis y la hipodermis, quitan las cicatrices superficiales y compactan la piel mediante la modificación de las fibras elásticas y el colágeno. Los hay químicos, en los que se usa el ácido tricloroacético, el ácido glicólico y la resorcina; físicos; físico químicos como la dermabrasión; con láser y quirúrgicos.

Signos

– Envejecimiento cutáneo

– Deshidratación: se reconoce por la facilidad con que se reseca la piel.

– Pecas: también llamadas efélides, aparecen en las áreas descubiertas: cara, cuello, escote, antebrazos y dorso de las manos.

– Léntigos solares: son las manchas marrones que aparecen en las áreas expuestas a los rayos solares. Pueden ser planas o elevadas.

– Varícolas: la cara se enrojece fácilmente (fenómeno conocido como “flushing”) y aparecen pequeñas vasos sanguíneos en su superficie.

– Arrugas: aparecen unos años más tarde y se deben a la ruptura de las fibras elásticas y a la separación del colágeno.

– Queratosis actínica: son lesiones rojas y escamosas directamente ocasionadas por el sol. Hacen su aparición a partir de los 40 años sobre todo en personas que pasan mucho tiempo en cubiertas de botes y en playas. Se consideran lesiones precancerosas.

– Cánceres de piel: los tipos que se asocian al daño ocasionado por el sol son el carcinoma basocelular, el espinocelular y el melanoma. Antes, aparecían en personas de 60 70 años; en la actualidad son frecuentes a los 45 50 años. Una excoriación. úlcera o “peladito” en la cara que no sana y un lunar que cambia de color, forma o tamaño deben hacer sospechar estas lesiones malignas.

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