Con su boca come, habla, ríe y besa, por lo que cuidarla se convierte en un hábito fundamental.
Los avances odontológicos ayudan a tener una dentadura sana, pero lo más importante sigue siendo la prevención, sin duda el primer pilar de la salud oral de la que usted es el principal responsable.
Para evitar ser presa de caries, mal aliento, herpes labial o incluso cáncer oral, preste atención a los síntomas que indican que algo anda mal y consulte siempre a su dentista.
Pero hay que mirar más allá de su boca, Su salud también está relacionada con funciones entre las que destacan las digestivas, las respiratorias y hasta las estéticas.
Una infección bucal puede ocasionar otras enfermedades e incluso la pérdida de dientes que puede repercutir en la autoestima de la persona, provocando efectos psicológicos negativos.
La visita al dentista
Incluso si todo está correcto, las revisiones periódicas con el dentista, servirán para una higiene profesional y para su tranquilidad.
Y es que ir al dentista se nos sigue haciendo cuesta arriba. Pero la mayoría de afecciones bucales se podrían tratar fácilmente y evitarían desembocar en enfermedades graves. Si quiere una salud de hierro, empiece por sus dientes.
Caries y mal aliento
Son dos de las principales enfermedades bucales. En la primera, las caries, intervienen un conjunto de microorganismos, una dieta incorrecta y una superficie dental vulnerable. Mientras que en la segunda, el mal aliento, también llamado halitosis, puede ser causa de la mala higiene dental, las caries, las enfermedades periodontales, las infecciones, la alimentación, el tabaco, el estrés, problemas en la faringe o en el sistema respiratorio, En todos los casos es vital visitar al dentista.
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Prevención
Caries
La base para eliminar la placa bacteriana es una buena higiene oral que viene dada por un buen cepillado y el uso del hilo dental a diario. También hay que realizar visitas periódicas al dentista, quien seguramente le recomendará el uso de buenos dentríficos.
Mal aliento
Para combatirlo es necesario buena higiene, comer más frutas, y verduras, reducir el consumo de carnes rojas y evitar los alimentos que le causen mal aliento.