Pies de porcelana

Pies de porcelana

Entrevista al Dr. Ammar Ibrahim, cirujano general, en su consultorio médico del hospital Dr. Jorge Abraham Hazoury Bahles, y recorrido por el hospital en la unidad Pie Diabético. El país/ Hoy Aracelis Mena 12/04/2013

Doctora Nalini Campillo
Diabetóloga, nutrióloga, especialista en el cuidado de heridas, úlceras y pie diabético, Unidad de Pie Diabético del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS).

Recuerdo a mi abuela lavándome los pies al borde de la cama antes de dormir. Cuando le preguntaba por qué lo hacía, siempre me contestaba: “Porque los pies son tan importantes como la cara, los pies son de porcelana”. Este año celebramos el Día Internacional de la Diabetes con un tema muy especial: “Diabetes y familia”.
La diabetes mellitus afecta a más de 400 millones de personas en todo el mundo, y de no controlarla a tiempo, podemos desarrollar complicaciones en todo nuestro cuerpo, incluyendo los pies.
Si comparo los pies de la persona que padece de diabetes con la porcelana es por la importancia y los cuidados que requieren.
Nuestros pies soportan el cuerpo a diario, nos impulsan, se adaptan a terrenos irregulares y nos llevan de un lugar a otro protegidos por el calzado. Sin embargo, solo nos acordamos de ellos cuando nos duelen.
El calzado puede ser nuestro peor enemigo, porque lejos de comprarlo pensando en proteger el pie, lo compramos por su apariencia o moda. Un calzado inadecuado en personas con diabetes puede ser un arma letal, sobre todo si el daño que produce la diabetes a los pies les roba sensibilidad, impidiendo percibir el roce de las costuras internas o si está muy ajustado.
Este roce y presión pueden producir úlceras que, de no atenderse a tiempo, pueden llevar a una lamentable amputación.
Agosto es el mes Nacional de la Diabetes, una condición que padece aproximadamente un millón de personas en nuestro país.
Diferentes tipos de diabetes. Las personas con diabetes tipo 1 el páncreas no producen insulina y necesitan inyectársela para poder vivir. Esta condición se puede controlar manteniendo un equilibrio entre la comida, el ejercicio y el uso apropiado de las inyecciones de insulina.
En cambio, con diabetes tipo 2, se sigue produciendo insulina, pero el cuerpo no la utiliza bien, al combinarse una producción insuficiente de insulina con una posible resistencia de las células del cuerpo a los efectos de la insulina.
El control de los niveles de glucosa en la sangre es de vital importancia para minimizar las complicaciones asociadas a la diabetes.
Con el paso del tiempo y sin controlar la diabetes, podremos observar los daños más comunes en el cuerpo y estos son: los ocasionados en la vista (retinopatía), los riñones (nefropatía), el sistema nervioso (neuropatía) y el sistema circulatorio (vasculopatía).
Si perdemos la sensibilidad en los pies y esto se une a la falta de circulación, una herida se puede convertir en úlcera, y hay que recordar que una úlcera en un pie diabético es una situación potencialmente grave. Descuidar el cuidado de la herida o de la úlcera puede derivar en la necesidad de amputación, lo que implica la pérdida parcial o total de su extremidad.

 

¿Cuándo ir a consulta?

Una buena atención médica, a tiempo, puede ayudar a prevenir amputaciones. Su médico debe revisarle los pies en cada consulta y tiene el derecho de solicitarlo, así como solicita que le tomen la tensión arterial. En caso de que observe:
– Cualquier cambio en las uñas: cambio de color, grosor, encarnadas, deformadas o con un aspecto fuera de lo normal
– Alteraciones en la forma de los pies
– Trastornos de la pisada, marcha anormal o desgaste de un lado del zapato más que del otro
– Si observa la piel seca, llagas, rozaduras o ampollas
– Si siente ardor, quemazón, hormigueo, calambres especialmente por la noche o si no siente nada
– Ante cualquier golpe, si se clava algo o si ve cualquier cambio de color en la piel de todo el pie, especialmente en los dedos o dentro de ellos
– Ante una herida o úlcera difícil de sanar.

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