Los beneficios del método pilates son evidentes a simple vista y han estado corroborados por médicos especialistas, fisioterapeutas y entrenadores físicos a lo largo de los años.

Aparte de los resultados a nivel físico, hacer pilates también ofrece beneficios a nivel mental y espiritual, ya que la práctica constante de este método relaja y fortalece el cuerpo y la mente, poniendo especial énfasis en las actitudes y valores de cada individuo.

Por encima de todo, el método pilates es una disciplina y, como tal, requiere un compromiso y una actitud seria de cada unos de los individuos que lo practica.

El método pilates va dirigido a todo el mundo independientemente de la edad, sexo o condición física, siempre y cuando se pueda disponer de un espacio adecuado, y sobre todo de un especialista que pueda hacer un seguimiento y supervisión de la ejecución de los ejercicios que se lleven a cabo.

A continuación algunos de sus mejores beneficios:

Ayuda a mejorar la postura

Potencia todos tus músculos y aumenta tu flexibilidad y elasticidad, permitiendo conseguir una  postura corporal correcta.

Elimina  dolores

Alivia todo tipo de problemas físicos, tales como los dolores de espalda, cervicales, discales, de rodillas o de cadera, entre otros muchos.

Mejora el estado físico

Es un método para ponernos en forma sin necesidad de sudar y realizar ejercicios físicos agotadores.

Belleza

Obtenemos un correcto equilibrio muscular, ya que gracias a esta disciplina se alargan nuestros músculos más cortos y se refuerzan los más débiles.

Disciplina

Además de mejorar la capacidad mental, con el pilates se obtienen beneficios en el sistema sanguíneo y linfático. Favorece el desarrollo de aptitudes importantes como la atención o la disciplina.

Ventajas para las embarazadas

En principio, no hay ningún tipo de problemas para practicar los ejercicios de esta técnica durante el embarazo, pero por precaución es recomendable consultar con un médico antes de realizar cualquier actividad. Y es que el método pilates prepara el cuerpo para el embarazo y, al mismo tiempo, conserva la flexibilidad.

Las claves

Algunos movimientos 

1.  Sacacorchos

En el sacacorchos tenemos que comenzar tumbados boca arriba y con las piernas estiradas hacia el techo.

2.  El bromista

Este ejercicio debemos comenzarlo con el cuerpo ligeramente flexionado, manteniendo los muslos pegados y una de las piernas dobladas, mientras que la otra tiene que estar estirada. Es importante destacar que este no es un ejercicio que se pueda empezar a practicar sin instrucciones.