El informe final de la investigación especial hecha por la Cámara de Cuentas a los trabajos de reparación y equipamiento del Hospital Darío Contreras arrojó una serie de “debilidades” en los procesos de contratación y supervisión de obras por parte de la Oficina de Ingenieros Supervisoras de Obras del Estado (OISOE) cuyo exdirector, Miguel Pimentel Kareh, justificó.

Los hallazgos incluyen enmienda que excede el 25% del monto establecido en el primer contrato; planos de obras y rehabilitación de áreas sin las aprobaciones correspondientes; y pago de partidas con precios alzados (P.A), sin los detalles correspondientes.

También partidas con volúmenes cubicados no ejecutados; procesos de urgencia sin la remisión posterior a los organismos correspondientes, y la construcción de la morgue y el área de servicio de alimentación en lugares contiguos y no adecuados.
Pimentel Kareh aclara. En sus reparos a dicho informe, el exdirector de la OISOE afirmó que la enmienda que excede el 25% del monto establecido en el primer contrato para los trabajos en el Darío Contreras, obedeció a la urgencia que había en reabrir el hospital traumatológico.
“En vista de las más de 200 emergencias y más de 800 consultas médicas que a diario acuden al Hospital Doctor Darío Contreras, no se podía postergar más la apertura del mismo, tomando en cuenta que con el cierre se perdían a diario numerosas vidas”, dijo.

Agregó que inicialmente se contrató la remodelación del centro asistencial en 10,000 metros cuadrados, pero que debido al avanzado estado de deterioro de la edificación, fue necesario su demolición y construcción en 22,000 metros cuadrados, además de su equipamiento.
Dijo que dada esa situación, fue necesario solicitar a la Contraloría General “una dispensa” para poder concluir y poner al servicio de la población el centro hospitalario en el menor tiempo posible.

Sobre la no aprobación de los planos por las autoridades correspondientes, lo justificó indicando que el proyecto inicial no contemplaba la demolición y construcción de nuevas edificaciones, sino una remodelación, adecuación y reubicación de áreas, y que el objetivo principal era dividir los pabellones de internamientos en habitaciones semi-privadas.

En cuanto a la construcción de la Morgue en el área de los servicios de alimentación y nutrición, Pimentel Kareh dijo que cada una de esas áreas fue diseñada de manera independiente “y brindan sus servicios sin la influencia ni interferencia de un servicio con otro”.