POR CARLOS NINA GOMEZ
El boxeo profesional de República Dominicana está en la orfandad…¡y sin dolientes!. Este noble deporte, además, no encuentra -en lo inmediato- quien vaya por su rescate, pero tampoco en el país, han expuesto analistas, no hay autoridad para que la llamada disciplina de los más pobres encuentre su reivindicación.
En resumida cuentas, afirman, sus principales protagonistas (que son los boxeadores) no tienen esperanza de que el pugilismo de paga de esta media isla salga de la inercia…son remotas las posibilidades, dicen, de que el boxeo se levante de sus pesadas cenizas.
Lo expuesto en las citadas cortas líneas, que sirven de introito al presente reportaje, encuentra eco en una voz autorizada para hablar de boxeo y todas sus intríngulis: Ramón Pina Acevedo, reputado abogado dominicano y quien durante 31 años (ininterrumpidos) se desempeñó como Comisionado Nacional de Boxeo y cuya labor, de acuerdo con el consenso de los más calificados especialistas locales, fue positiva.
Cuando este periodista contactó al veterano jurisconsulto para coordinar una entrevista, tuvo la siguiente reacción:Si es de boxeo que vamos hablar, pues olvídate…nada de eso.
Pina Acevedo se siente decepcionado…¡y defraudado hasta la coronilla!.
Corrobora con quienes afirman que en el país hace tiempo que el boxeo colapsó porque, además de que no hay una eficiente dirección para conducir este deporte por un camino de éxitos, precisa, tampoco tiene ídolos.
Culpa -básicamente- de la debacle del llamado Noble Arte de Fistiana al Estado que no ha dado, nunca, respaldo a la disciplina. Se queja de que los gobiernos dominicanos siempre han marginado al boxeo y por vía de consecuencia a sus púgiles.
El boxeo, agrega, no ha tenido los padrinos que tiene, por ejemplo, el béisbol profesional. El béisbol, siempre, ha contado con un sustancioso apoyo de todos los gobiernos.
Tanto respaldo que los dueños de equipos en la pelota pagada del país apenas gastan en la contratación de refuerzos (importados) y jugadores nativos. Lo demás, se firma, corre por el Estado que hasta el consumo de la energía eléctrica le exonera a la jerarquía beisbolera.
Pero, además, en todos los campeonatos los equipos no pagan arrendamiento de los parques, que son del Estado. Por lo menos cada dos años -y aveces anualmente- estos parques de pelota son remodelados para beneficio de los clubes privados.
De esos privilegios no disfruta el boxeo, amplía Pina Acevedo quien fue presidente -por dos períodos corridos, 1987-1989. 1989-1991- de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) organismo fundado en Puerto Rico producto de la escisión de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Pero además de que el Estado nunca ha ofrecido al boxeo la protección que siempre han reclamado, sus directivos, boxeadores, entrenadores, manejadores y promotores, la misma política altamente negativa ha practicado el poderoso sector empresarial privado.
UN BOXEO SIN ÍDOLOS
El boxeo dominicano no tiene ídolos…hace mucho tiempo que este popular deporte no disfruta de boxeadores llenos de carisma, según aprecia Pina Acevedo. Y recuerda que el último gran ídolo que tuvo el boxeo profesional en República Dominicaba lo fue Fausto Ceja Rodríguez, aquel carismático pugilista nacido en el barrio San Carlos y que peleaba en la división welter (147 libras). Narra que Ceja Rodríguez, sin ser un estelar técnico -porque él nunca fue un eficiente estilista, afirma-, tenía el angel de llevar, en todos sus peleas, a miles de fanáticos a los coliseos donde realizaba sus combates.
Cuando Ceja Rodríguez murió -en el fatal accidente ocurrido el 14 de agosto de 1977 en la autopista Las Américas cuando viajaba en un auto junto a su esposa, sus dos hijos y un sobrino de nombre Luis- su fallecimiento ocasionó prácticamente un duelo nacional.
En el Estadio Olímpico Juan Pablo Duarte, donde fue velado su cadáver, desfilaron, precisa Pina Acevedo, más de 300 mil personas….aquel velatorio fue una muestra de que el pueblo estaba despidiendo a un gran ídolo.
Apunta que un deporte que no tenga ídolos, como es el caso del boxeo local, no puede avanzar hacia su desarrollo. Los ídolos en el deporte se hacen, no nacen, postula. Y para dar credibilidad a su critrerio subraya: Idolos en el deporte son Sammy Sosa, Pedro Martínez, Roger Clemens, Barry Bonds. Sin estos peloteros el béisbol, por ejemplo, no tuviera el auge, la popularidad que tiene hoy en Estados Unidos y gran parte del mundo.
Pina Acevedo dice que a pesar de que en la actualidad el país cuenta con un buen campeón mundial (Joan Guzmán), la fanaticada no lo asimila como un ídolo. Porque a Joan Guzmán, indica, no lo han sabido mercadear y es un boxeador como otros tantos, aunque es campeón del mundo.
¿QUÉ HACER?
¿Qué hacer entonces para sacar al boxeo profesional dominicano de la capilla ardiente en que se encuentra?.
El laureado jurisconsulto no titubea para responder la pregunta: En este momento nada se puede hacer…porque aquí no hay autoridad ni dirección. El boxeo no cuenta con la protección de nadie y no tiene el respaldo -que creo debe tener- del sector empresarial privado.
Critica que en el país no se organicen, con la debida profesionalidad y decencia, atractivas carteleras…programas en los que compitan púgiles con calidad para, obviamente, llevar a los escenarios (en masas) a los aficionados. Pero también señala que, por ejemplo, un directivo del boxeo profesional no debe desempeñar un alto cargo en función de la búsqueda de beneficio personal.
Quienes ocupen los más altos puestos en las organizaciones boxísticas tienen que funcionar en base, dice, a vocación y desinterés económico.
Expone que cuando ocupó el cargo de presidente de la Comisión Nacional de Boxeo Profesional siempre actuó por amor y respeto por el boxeo, pero también por los fanáticos. Nunca se benefició, con dinero, del cargo.
Todo lo contrario, refiere, durante la dilatada estancia en el organismo rector del boxeo de paga en el país perdió mucho dinero.
RESULTADOS Y ORGULLO
Pina Acevedo se siente orgulloso, pese a la decepción que sufrió en muchos momentos, de su larga gestión como Comisionado Nacional de Boxeo. Recuerda que durante su liderazgo en la organización del boxeo profesional del país se coronaron campeones mundiales varios peleadores criollos.
Y eso para mi es un orgullo…además habla de que siendo Comisionado Nacional de Boxeo su hijo, Ramón Pina Pierret -tambié un prestigioso abogado- trabajó como juez en una pelea de título mundial montada en el majestuoso Madison Square Garden de Nueva York.
Pina Pierret, quien también desempeñó el mismo rol en otros combates mundiales, ha sido el único juez dominicano que ha trabajado en una pelea mundialista en el Madison Square Garden.
Igualmente resalta la gran cantidad de carteleras que se organizaron -con orden, disciplina y bajo todas las reglas- en Santo Domingo y pueblos del interior, especialmente Santiago, La Romana y San Pedro de Macorís.
Es lamentable, señala, que ahora en el país el boxeo profesional esté en el piso, sin prestigio y prácticamente en el anonimato.
Pina Acevedo, cuando se le pregunta si estaría dispuesto a volver a ocupar el cargo de Comisionado Nacional de Boxeo, responde con un ¡no rotundo!.
Ya hice en el boxeo lo que creo que tenía que hacer…y lo hice sin tener ningún beneficio. Sigo siendo un enamorado del boxeo, pero que nadie piense que aspiro a volver a dirigir aquí. Ni aquí ni fuera, aclara.
¿QUIÉN HA SIDO EL MEJOR?
En el clímax de la conversación con Pina Acevedo, el redactor quiso aprovechar su incuestionable sapiencia boxística…¡y su grandiosa memoria!. Y pregunta: ¿Quién ha sido el mejor boxeador en la historia del boxeo internacional?.Su contestación llega sin rodeos: Joe Louis…Louis, en su opinión, fue el más capacitado de todos y tiene el singular registro, como campeón mundial completo. Se refiere a las 25 defensas positivas que hizo como monarca mundial pesado. Todavía esa marca perdura y parece inrompible.
A nivel del boxeo profesional hispano, el experimentado jurista tiene una respuesta menos categórica: Hay que ubicar, responde, a cada peleador en su época.
En este sentido cita los nombres de los cubanos Kid Gavilán (Gerardo González) y Kid Chocolate (Eligio Sardiñas). Estos eran, en su tiempo (década de los 50), excepcionales.
Mientras que para la era moderna (digamos décadas de los años 60, 70 y 80), habla de Roberto Durán, José Mantequilla Nápoles, Carlos Monzón y Julio César Chávez.
Obviamente, no se podía quedar en el tintero esta pregunta: ¿Quién ha sido el mejor boxeador profesional dominicano de todos los tiempos?.
Aunque vacila un poco expone: Bueno, hablemos de Kid 22-22 (Luis Pérez) y Natalio Jiménez.
Dice que ambos, en épocas diferentes, enseñaron calidad indiscutible. Kid 22-22, precisa, fue un mago de las cuerdas. De Natalio señala que ninguno como él. Era un artista del ring, tenía una velocidad espantosa y su boxeo fue limpio y lleno de técnica.
Pina Acevedo resalta, de igual modo, los méritos de los hermanos Carlos y Leo Cruz, quienes conquistaron sendos campeonatos mundiales.
También de Ignacio Espinal y Pablito Jiménez, así como Ernesto Batista y Lachy Linares. Los citados púgiles quisqueyanos fueron del peso mosca, aunque con los años, algunos invadieron la categoría gallo.