El doctor César Pina Toribio, consultor jurídico del poder Ejecutivo, sostuvo ayer que «nunca ha habido mayor clima de seguridad jurídica en la República Dominicana que al día de hoy».

Sin embargo, el funcionario entiende que todavía se necesita seguir avanzando al respecto.

Ve que se le hace un mal servicio a esa posibilidad de crecer en cuanto al fortalecimiento de la seguridad jurídica cuando se hacen denuncias irresponsables, cuando se lanzan acusaciones que no están ligadas a señalamientos concretos o cuando se pretende que por una decisión de un tribunal no ha satisfecho un interés particular ha fallado la seguridad jurídica.

«Hay un proceso creciente de fortalecimiento de la seguridad jurídica en República Dominicana», insistió.

Dijo que la noción de Estado de derecho es un proceso en permanente construcción. «El Estado de derecho no es más que un instrumento para el fortalecimiento de las sociedades, para el avance en términos históricos y sociales, precisó.

Pina Toribio, quien también es presidente de la Comisión Nacional de Ejecución de la Reforma Procesal Penal, calificó de «intenso y apasionado» el trabajo que realiza la comisión de juristas para la reforma Constitucional.

Resaltó el «gran sentido de cumplimiento» y «la realización de una oportunidad» que anima a sus miembros, y a quienes de una u otra manera, han estado vinculados al tema de la reforma constitucional.

«La sociedad dominicana tiene claro unos temas constitucionales que no le son ajenos, respecto de las cuales hay ideas y orientaciones concretas que es el momento de que se plasmen en la Constitución. De manera que, lo que debió ser un debate que podría darse en el seno de una constituyente se estaba dando en el seno de la sociedad dominicana», señaló.

Las declaraciones de Pina Toribio se produjeron durante su participación en el programa Institucionalidad y Justicia de la FINJUS Transmitido todos los domingos por CDN Canal 37 y conducido por el doctor Servio Tulio Castaños, vicepresidente ejecutivo de dicha entidad.

Pina Toribio resaltó que actualmente se cuenta con una Asamblea Revisora, a propósito de un Congreso recién renovado y con legitimidad plena, en ánimos de asumir la oportunidad histórica de producir las transformaciones que la sociedad reclama.

«Cuando desde facciones políticas que tuvieron la oportunidad de hacer cambios y no lo hicieron, se plantea la necesidad de la constituyente, se tiene el legítimo derecho de pensar que realmente estos no quieren la reforma», consideró.

Y agregó: «Lo que paso en el 2002 no paso en el Congreso, paso en el poder Ejecutivo, quien engavetó el proyecto consensuado por la comisión que el mismo había integrado, entre juristas y sectores preocupados por la reforma constitucional».

Cree que lo que envió al Congreso fue un instrumento totalmente diferente y fundamentalmente negador del espíritu de la convocatoria, mientras había intención de que fuera expresión de la voluntad plural, simplemente fue el manejo de la oportunidad política del presidente de entonces para hacer cambios que le permitieran poder repostularse».

Explicó que en la Consulta Popular «el pueblo ha entendido que está realmente asumiéndose como el soberano. Pero, además, agregó, está operando el proceso didáctico o pedagógico, de que el pueblo entiende ahora mejor que es una Constitución y cuál es su valor.