Es una tarde calurosa y, al mismo tiempo, de una intensa lluvia por los efectos de un intruso atmosférico caribeño… A lo lejos, dos figuras destacan por el diálogo que sostienen… Píndaro y Cerebrito han hecho un pare en sus obligaciones, para descansar a la sombra de una sombrilla cuyo sello de marca es EDUCA… Ambos parecen sentirse aliviados ante los resultados comentados en los medios de comunicación y en corrillos educativos, sobre un excelente estudio acerca de las debilidades existentes y latentes en el sistema educativo nacional, cuyo medidor más apropiado ha sido la calidad del gasto educativo en la República Dominicana…
La mano de Píndaro da un cariñoso masaje sobre la superficie más sensible de su nuevo amigo Cerebrito… “Gracias Píndaro -murmura Cerebrito-… a mí hace tiempo que no me dan comida… Tú sabes… yo me nutro de eso que llaman educación y parece que aquí los cuartos no alcanzan para alimentar mi crecimiento”…
Ha sido un lamento nacido del alma de Cerebrito… Esto conmueve a Píndaro… Sabe muy bien que el motor del crecimiento de su ambiente está en fomentar la calidad del personal docente al cada uno alimentar su Cerebrito interno… “Oye amigo del alma… si esa gente -que está supuesta a hacerte crecer- redujera sus gastos y se propusiera construir de forma inteligente su presupuesto, no se vieran tantas camioneticas en las autopistas a velocidades que sobrepasan los cien kilómetros por hora, para llegar a sus destinos en un santiamén… Dentro de esos vehículos –por lo que hemos visto después de las ocho de la mañana- el número promedio es de cuatro personas… Y, es común el verlos carreteando y en chercha en cualquier día de la semana” –sentencia Píndaro-.
“Ojalá y ahí estuviera el problema –exclama Cerebrito-… Es que, ha habido una tendencia a aumentar los funcionarios/botellas administrativas de una forma desmesurada… Es más, dicen los datos que comentan que, mientras se llevaba a cabo el estudio a través del cual EDUCA educa a los que quieren darle comida a Cerebrito, la situación era tan caótica y de abuso que, por cada diez docentes/maestros, había nueve ‘funcionarios’ públicos para apoyar no sé qué en el sistema…”.
“¡Sopla! –exclama Píndaro-… ¿Y hay presupuesto que aguante esa carga?”… A lo que Cerebrito le calma diciéndole: “No te preocupes, Píndaro… Como quiera los cuartos que ganan los docentes no les alcanza y tienen que recurrir a una cosa que se llama Cooperativa Nacional de Maestros… A los docentes, les quitan cada mes un 41% de su salario… casi la mitad…”. “¿Quéééé? –pregunta alarmado Píndaro-… ¿Y, quién aguanta ese chucho, Cerebrito?”… El mismo se responde: “¡Por eso es que la mayoría de los docentes tienen que buscársela como toros!… Con doble y hasta triple trabajo -por aquello de la tanda extendida, más un picoteo que amarren por ahí al salir de sus aulas-, esta gente nunca tendrá tiempo para preparar sus clases… Su rendimiento será siempre mediocre…”.
“Lo malo de esta situación es que el estudio certifica que el nivel educativo más afectado en estos momentos es el de Primera Infancia’ que sigue siendo el de mayor retraso en cobertura, disponibilidad de personal debidamente entrenado y planteles adecuados en relación con las metas planificadas”…-medita Cerebrito-… Píndaro, que lo escucha hasta en lo más íntimo, le susurra al oído: “Dice el estudio que, es que el nivel de la eficacia de las capacitaciones, a pesar de la extraordinaria y profesional labor que lleva a cabo el INAFOCAM, es limitado… Yo he visto en los resultados que, mientras por un lado se reorientan fondos para enriquecer los deseos de construcciones de nuevos centros educativos, la entrega a tiempo de ellos es imposible, violentando lo programado… Solo un 1% de las instalaciones ha sido entregada en la fecha contratada… Se alega que no aparece un solar adecuado para ello…”.
“Me encantaría que, a cada empleado relacionado a lo administrativo de nuestro sistema docente, se le meta por ojos, boca y nariz –dice Píndaro-, que así como el estudio de EDUCA que educa a Cerebrito lo planteó, ellos asimilen que sus puestos están condicionados en la medida en que fomenten: la eficacia en la ejecución oportuna del presupuesto; la eficiencia en la relación costo/beneficio que lleven a cabo en las compras en el sistema; la relevancia que tiene el que se le permita a los niños, niñas y adolecentes tener acceso a la educación; que se prepare una ciudadanía con nivel protagónico, participativo y con preparación para vivir en sociedad; equidad, o lo que es lo mismo que igualdad para todos; la transparencia en sus actuaciones, porque se deben al segmento de la población que con cuyos impuestos les mantiene, y que sus actividades innovadoras provoquen una mayor sostenibilidad del sistema”.