Pinochet, al banquillo de acusados

Pinochet, al banquillo de acusados

SANTIAGO DE CHILE (AP).- El ex dictador Augusto Pinochet, en un fallo sorpresivo, perdió el viernes su fuero como ex mandatario y quedó en condiciones de ser juzgado nuevamente por violaciones a los derechos humanos, a menos que la Corte Suprema vuelva a sobreseerlo por demencia.

En un inesperado fallo, la Corte de Apelaciones de Santiago por 14 votos a 9 acogió el desafuero solicitado por el juez Juan Guzmán para juzgarlo por su responsabilidad en la cruenta represión emprendida en los años 70 por la denominada Operación Cóndor, que coordinó a los servicios secretos del cono sur y en la que unos 40 chilenos perdieron la vida.

Los abogados acusadores habían anticipado que era difícil que fuera nuevamente desaforado y esperaban que al menos se acogiera su petición de que se le someta a nuevos exámenes para determinar el estado de la demencia del ex gobernante.

El presidente de la Corte de Apelaciones, Juan González, al informar de la resolución de su tribunal, no informó si Pinochet deberá ser sometido a nuevos exámenes médicos.

Los familiares y abogados de las víctimas de la represión del régimen de Pinochet, que gobernó entre 1973 y 1990, reaccionaron con euforia y se abrazaron en los pasillos del edificio de los tribunales ante el sorpresivo fallo.

Pinochet, de 88 años, fue desaforado como senador en el 2000 para responder por su responsabilidad en otro proceso, pero la Corte Suprema acogió en julio del 2002 los exámenes médicos que le diagnosticaron una demencia subcortical y determinaron su inimputabilidad al considerar que no estaba en condiciones de enfrentar un libre proceso.

El abogado Hugo Gutiérrez, quien presentó la querella judicial contra Pinochet por la Operación Cóndor, manifestó que «es un momento de gran satisfacción para el movimiento de derechos humanos».

Agregó que «creemos que la Corte de Apelaciones de Santiago ha puesto las cosas en su lugar después de tanto insistir de que Pinochet debe ser juzgado y de que estuviese padeciendo una supuesta demencia no era motivo suficiente para impedirle que compareciera».

Las esporádicas apariciones públicas y declaraciones a una canal de televisión de Miami en noviembre parecieron hacer dudar de la efectiva demencia de Pinochet.

Precisamente, sus expresiones a la estación televisiva, en las que se le vio como un anciano que recuerda situaciones y que no está demente, parecieron influir en la decisión de los jueces.

En esa oportunidad Pinochet dijo que «me considero un ángel… Reflexionando y meditando, soy bueno», descartando pedir perdón por los excesos de su régimen entre 1973 y 1990, que dejó 3.197 víctimas fatales, de las cuales 1.200 permanecen como desaparecidos. Miles de personas fueron detenidas en campos de concentración y también miles debieron salir al exilio.

La presidenta del Partido Comunista, Gladys Marín, dijo que «esto no es solamente un avance, sino que nos llena de mucha más fuerzas para seguir luchando, así que estoy muy, muy contenta».

Viviana Díaz, dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, dijo que a su juicio no sólo la entrevista televisiva jugó contra Pinochet, sino también «el hecho de que se haya trasladado a Iquique (a 1.700 kilómetros al norte), que saliera de compras, que se burlara del país, no puede dejar a un poder judicial sin que tome las resoluciones correspondientes».

El gobierno no se pronunció, pero el Vicepresidente José Miguel Insulza apuntó que será la Corte Suprema la que en definitiva resolverá.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas