SANTIAGO DE CHILE (AP).- La crisis vascular que sufrió el sábado el ex dictador Augusto Pinochet lo tuvo al borde de la muerte y un sacerdote le dio la extremaunción, confirmó el martes su hija Lucía Pinochet. «Fue demasiado fuerte lo que tuvo el día sábado y pensamos que iba a ser lo peor»», dijo la hija mayor del ex gobernante. Afirmó que la salud de su padre desde el lunes no ha mejorado y que varios médicos analizan su situación.

   Descartó que este martes fuera dado de alta del Hospital Militar. Pinochet, de 89 años, debió ser internado tras desmayarse en su residencia.

   Pero el ex gobernante se recuperó y el lunes siguió en el hospital para practicarle nuevos exámenes.

   Los acusadores del ex militar, que gobernó con mano de hierro a Chile entre 1973 y 1990, sugieren que su súbita enfermedad se produjo para tratar de eludir su responsabilidad y procurar influir en los jueces que tienen que determinar su participación en dos procesos por violaciones a los derechos humanos y una investigación sobre su desconocido millonario patrimonio.

   El lunes la cuarta sala de la Corte de Apelaciones rechazó por unanimidad un recurso de amparo por el cual su defensa intentaba dejar sin efecto el sometimiento a proceso y la orden de arresto domiciliario dictados hace nueve días por el juez Juan Guzmán.

   El magistrado lo procesó por su responsabilidad en nueve secuestros y un homicidio cometidos en el marco de la Operación Cóndor, el programa represivo de las dictaduras sudamericanas en los años 70.

   El diario sostuvo que la recuperación de Pinochet tardó casi dos horas, pero que durante algún tiempo la situación fue de tal gravedad que el capellán del Hospital Militar le entregó los últimos sacramentos.

   La situación judicial de Pinochet deberá resolverse a partir del miércoles luego que imprevistamente la sala penal de la Corte Suprema pusiera en tabla la apelación por el rechazo al recurso de amparo que busca revertir el procesamiento.

   La defensa arguye que Pinochet no puede ser juzgado debido a la demencia subcortical moderada que padece. Sus acusadores sostienen a su vez que esa demencia no imposibilita su procesamiento y condena.

   El máximo tribunal sobreseyó el 2002 a Pinochet en otra causa –conocida como el de la Caravana de la Muerte por los 75 secuestros y homicidios que dejó–, pero fue el mismo tribunal el que aceptó en mayo despojarlo de sus fueros presidenciales para ser juzgado por la Operación Cóndor.

   Además, Pinochet perdió su fuero en la Corte de Apelaciones de Santiago y el máximo tribunal deberá entregar el fallo final en la causa por el atentado mortal en Buenos Aires del exiliado ex jefe del ejército, general Carlos Prats.

   Otra causa judicial que enfrenta es la investigación a cargo del juez Sergio Muñoz por su presunta corrupción debido a las millonarias cuentas que posee en Estados Unidos, reveladas por una investigación senatorial estadounidense.

   Muñoz no se ha pronunciado aún por una petición de dos abogados querellantes que demandaron el desafuero de Pinochet en esa causa. El magistrado pidió al Consejo de Defensa del Estado y al Servicio de Impuestos Internos, que aparecen como acusadores en el proceso, que se pronuncien sobre el desafuero.