Pinochet y ex general se acusan

Pinochet y ex general se acusan

SANTIAGO (AFP).- La estrecha relación que por más de 30 años mantuvieron el ex dictador chileno Augusto Pinochet y el jefe de su policía secreta, general Manuel Contreras, terminó de romperse esta semana, cuando se cruzaron acusaciones mutuas por la responsabilidad en los crímenes del régimen.

Contreras acusó directamente a Pinochet de ser el responsable de las más de 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos que dejó la dictadura y dijo que su actuación como jefe de la temida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) se limitó sólo a cumplir órdenes.

En una carta publicada este domingo por el diario El Mercurio, Contreras negó haber acumulado durante la dictadura «un poder omnipotente» y dijo que en esos años sólo se remitió a cumplir una destinación «como cualquier militar en aquel período crítico de nuestra patria».

«Se me atribuye un poder omnipotente, que ojalá lo hubiera tenido, a diferencia de otros que sí lo tuvieron y que todavía lo ocupan y aprovechan», dijo en la misiva en directa referencia a Pinochet, con quien solía desayunar a diario para analizar la situación del país.

El viernes, minutos antes de quedar detenido para cumplir una condena de 12 años, Contreras aseguró a Televisión Nacional de Chile que Pinochet era el jefe de la DINA y que era él quien debía responder al país por los atropellos a los derechos humanos cometidos en la dictadura.

«Pinochet es la cúpula de la DINA y debió haberse presentado ante quien correspondía y decir »yo respondo de todo lo que se hizo en Chile»», dijo momentos antes de ser detenido por agentes de la policía civil tras resistirse por más de tres horas.

«Yo cumplí mi misión de acuerdo a las indicaciones y órdenes que él (Pinochet) me dio», agregó Contreras, condenado por el juez Alejandro Solís por el secuestro del militante de izquierda Miguel Angel Sandoval, en 1975.

Las palabras de Contreras se cruzaron con las imputaciones que en septiembre realizó el propio general Pinochet, cuando fue interrogado por el juez Juan Guzmán Tapia por su responsabilidad en los crímenes de la «Operación Cóndor», un plan represivo que coordinó en los setenta a las dictaduras del Cono Sur.

Frente al magistrado, que tres meses después lo procesó y decretó su arresto domiciliario como autor de un asesinato y nueve secuestros, el ex dictador deslindó sus responsabilidades y acusó a los mandos de los servicios secretos que operaron en su régimen.

«No eran problema mío. Yo era presidente y después estaban los servicios de inteligencia. Eso era cosa, me imagino, de mandos medios. Ni cóndor ni nada de eso era problema mío», dijo Pinochet.

«El Servicio de Inteligencia era un servicio de mandos medios. Yo era Presidente de la República y como Presidente de la República se me informaba de la seguridad nacional, no de la seguridad chica. Todos son subalternos cuando uno es Presidente de la República», agregó.

Cuando el juez lo interrogó acerca de las órdenes que dio a Contreras para organizar la DINA y sus operativos, el dictador contestó: «mire, yo era Presidente, a mí no me iban a informar de cosas chicas. Me informaban de cosas grandes, como lo de Argentina».

La estrecha relación entre Pinochet y Contreras, que se extendió por más de 30 años, se inició mucho antes que los dos ocuparan puestos de poder, cuando el ex dictador fue uno de sus profesores en la Academia Militar.

El vínculo, que fue estrechándose con el paso de los años, vivió su punto culminante cuando tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Pinochet le dio instrucciones a Contreras para que éste comenzara a estructurar la DINA.

Bajo su mando, la temida policía secreta, a la que se le responsabiliza de ser la mayor responsable de las violaciones a los derechos humanos, operó con mano de hierro por más de cuatro años, hasta que en agosto de 1977 Pinochet decidió disolverla y crear la Central Nacional de Informaciones (CNI).

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