POR ROSARIO TIFÁ
Antes la ropa era más señorial con un toque de elegancia, que sobrepasaba los patrones actualmente establecidos. Pero la tecnología se ha impuesto y ahora se lleva cualquier cosa a expensas, en muchos casos, de las reglas que impone el protocolo.
Las confecciones a la medida se han visto afectadas por extensas producciones lanzadas por las grandes fábricas que incluso han obligado a connotados diseñadores introducir el prêt à porter.
La moda ha dado un giro sumamente diferente al estilo de hace 20, 30, 40 y hasta 50 años, lo que entiendo lógico, pero de ahí a vestir sin respetar las reglas, no es comprensible.
Estas expresiones fueron externadas por la diseñadora dominicana Genarina Pérez de Franco, quien este año celebra sus bodas de oro: 50 años de éxitos en un trabajo que avala su condición de una de las pioneras en el mercado del diseño en República Dominicana.
Pérez de Franco recuerda que antes las actividades sociales se realizaban en los clubes en fechas establecidas, para asegurarse de que los socios e invitados asistieran con el vestuario adecuado a la ocasión.
En respuesta a esas medidas, las personas enviaban a confeccionar su ropa donde diseñadores y modistas, lo que no sucede actualmente, cuando incluso corren el riesgo de encontrarse en una actividad con el mismo diseño.
Fíjate -recalca- que hasta en una boda que exige rigurosidad acuden vestidas con jeans y una blusa, en lugar de un traje de gala o semi gala, como se estila, dañándole la fiesta a cualquiera.
Asegura que hay que guardar las distancias, porque unos jeans, por más piedras que los adornen, siempre serán una pieza casual y sport.
Genarina Pérez de Franco dice que el irrespeto a las reglas de juego es tan evidente, que en el acto protocolar de saludos al presidente Leonel Fernández, que exigía vestir de negro, la mayoría acudió en tonos diferentes.
Sostiene que pese a esos cambios de preferencias y estilos motivados por avalanchas de diseños fabricados, existe una cantera de jóvenes diseñadores, en su mayoría muy talentosos, cuya obra se enriquece con las experiencias de luminarias presentes y de décadas pasadas.
Otra de sus quejas radica en la escasa visión de algunas personas que visten para estar a la moda, sin reparar en sus condiciones corporales, porque siempre habrá una diferencia marcada con respecto a estatura y peso.
Perfil
Sus pininos en el diseño de ropa se produjeron a corta edad, cuando confeccionaba los trajes de sus muñecas; posteriormente empezó a elaborar sus propios vestidos y los de sus amigas.
Esto la llevó a escoger la costura como su norte y luego de 50 años, aun la mantiene fascinada, llena de satisfacción y sin pensar en un retiro definitivo.
En La Vega, su ciudad natal, trabajó para las principales damas de la sociedad, entre ellas: Daisy Espaillat de Piantini, Angelita Vargas, Luisa Gómez, Ana Socorro Gómez, Mercedes Gel y doña Marina Trujillo.
Después de su casamiento, en 1961, Genarina se traslada a la capital y empieza a abrirse campo en diferentes sectores, entre los cuales figura el concurso Miss República Dominicana, asumiendo la presidencia bajo la dirección y propiedad de Ramón Darío Cruz.
En el certamen de belleza es encargada de la confección de los trajes de las candidatas. Una de ellas fue Milagros Germán, Miss República Dominicana 1980, de quien afirma es una de sus musas.
La diseñadora confeccionó los trajes con los cuales ganó el título de Miss República Dominicana y posteriormente los de Miss Café y Miss Latinoamerica, este último celebrado en México. Siempre se ha identificado con Coco Chanel, una mujer cuyo estilo clásico nunca pasa de moda.