Los resultados, como suele suceder, fueron fatídicos. Poco importó haber invertido la astronómica suma de RD$900,000,000,000 en los últimos seis años: la República Dominicana continúa sacando las peores notas cuando se le examina.
Los resultados de las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, mejor conocidas como Pisa, nos dicen lo que todos sabemos: el nivel de nuestros estudiantes es deficiente en lectura, matemáticas y ciencias.
La situación es tal que apenas el 21% de los estudiantes llegó por lo menos al nivel 2 de lectura: identifica la idea principal en un texto de longitud moderada, encuentra la información basada en criterios explícitos (a veces complejos) y reflexiona sobre el propósito del texto si se le indica explícitamente. Mientras solo un 9% llegó al nivel óptimo: comprende textos largos y lidiar con conceptos abstractos.
En matemáticas el 9% superó el nivel 2, es decir, puede interpretar y reconocer sin instrucciones cómo representar matemáticamente una situación simple (como convertir precios a otra moneda); y en ciencias lo hizo alrededor del 15% de los estudiantes, que pueden reconocer la explicación de los fenómenos científicos y utilizar ese conocimiento para determinar si una conclusión es válida en función de los datos que les faciliten.
Estas pruebas, que miden si los estudiantes saben usar lo aprendido, obligan a repensar la inversión en educación y el trabajo docente. Algo falla cuando ellos ni siquiera saben qué leen. En ese sentido, las autoridades y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) tienen una ardua tarea por delante: aprobar.