Pisos adoquinados, un hermoso y perdurable estilo decorativo

Pisos adoquinados, un hermoso y perdurable estilo decorativo

Por lo económicos, duraderos y el toque romántico que dan, los adoquines han logrado perdurar a través del tiempo. Aunque para la mayoría son una referencia de la decoración colonial, su historia tiene más de 20 siglos. El original adoquín de piedra se utilizaron para construir las primeras calles de la antigua Roma y Cartago, y no fue hasta el siglo XIX cuando comenzaron a utilizarse adoquines de arcilla y más tarde por los de hormigón. Sin embargo, la aparición del automóvil y el aumento del tránsito obligó a la arquitectura a evolucionar a los pavimentos de concreto y asfalto para un flujo vehicular de mayor velocidad.

Para el hogar.  Aunque originalmente fueron concebidos para el acondicionamiento de vías de tránsito en el exterior, los adoquines siguen siendo una excelente opción para pavimentar ciertas áreas del hogar, como el jardín o la terraza.

Las ventajas son muchas. Son una alternativa económica, fácil de colocar, resistentes al uso continuo y las inclemencias del clima y no requieren mucho mantenimiento. Se dice que la vida útil del adoquinado es superior a 30 años, pero el buen estado en que se encuentran muchos adoquinados antiguos, confirma una mayor durabilidad en comparación con otro tipo de pavimentos.

Y para quienes gustan estar a la vanguardia, los adoquines también se han reformado adquiriendo distintas formas (distintas a la rectangular originaria), tamaños y colores, para lograr diseños más llamativos.

Los adoquines también pueden ser utilizados para reforzar una superficie poco estable.

Cuidados.  Los adoquinados requieren un mantenimiento mínimo. El principal problema que presentan es el crecimiento de hierbas entre las piezas, aunque para algunas personas esto no significan un inconveniente. Para retirarlas se pueden utilizar herramientas de canto afilado que cortan y arrastran las malezas. Para evitarse ese trabajo, también se recomienda rellenar las juntas. La mayoría de los adoquines son resistentes a ralladuras y  manchas. Para mantenerlos limpios sólo necesitará cepillarlos con agua y jabón.

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