INDIANÁPOLIS (EFE).- El escolta Richard Hamilton quiso hacer buena la promesa de su compañero Rasheed Wallace, que «garantizó» el triunfo de los Pistons de Detroit en el segundo partido de las finales de la Conferencia Este y con 23 puntos fue la clave para conseguir por 72-67 frente a los Pacers de Indiana.

La arrogancia de Wallace no motivó lo suficiente a los jugadores de los Pacers, que rompieron una racha de 14 triunfos consecutivos en su campo, al completar el peor partido de la fase final en el apartado ofensivo porque los Pistons jugaron la mejor defensa que se recuerda en la historia de la fase final al conseguir 19 tapones.

Los grandes beneficiados fueron los Pistons, que empataron a 1-1 la serie al mejor de siete y ahora regresan al Palace de Auburn Hills para disputar el tercero el próximo miércoles, pero con la ventaja de campo de su lado.

Hamilton, que logró 8 de 14 tiros de campo y 7 de 8 desde la línea de personal, incluidos tres puntos en los últimos 14 segundos que fueron decisivos, también aportó ocho rebotes y tres asistencias.

El escolta titular de los Pistons anotó 14 puntos en el cuarto periodo y fue siempre la referencia en el ataque del equipo de Detroit.

Rasheed Wallace no aportó demasiado a su causa de la «garantía» y aunque anotó 10 puntos, falló 15 tiros de campo, capturó ocho rebotes y puso cinco tapones.

El pívot turco Mehmet Okur, y Corliss Williamson anotaron nueve puntos cada uno y el pívot Ben Wallace aportó cinco con ocho rebotes y cuatro tapones.

«No hemos jugado un baloncesto vistoso de cara al espectáculo, pero hicimos las cosas necesarias para conseguir la victoria», comentó el entrenador de los Pistons, Larry Brown. «Hemos cumplido un objetivo, ahora nos quedan tres más».

A pesar del triunfo, los Pistons dieron también un pobre espectáculo en el apartado ofensivo con sólo un 34,8 por ciento de acierto en los tiros de campo, pero que fue superior al 27,5 de los Pacers, la peor marca en la historia del equipo.

Sólo el veterano Reggie Miller superó la defensa de los Pistons al anotar 21 puntos; Jermaine O’Neal consiguió 16, pero falló 12 tiros de campo de 18 intentos y Ron Artest 16 de 21 para quedarse con sólo 13 tantos.

El resto de los jugadores de los Pacers no tuvo opción de ser la pieza fundamental en el ataque y esta vez Miller tampoco pudo ser «Miller Time» con su intento de triple con 17 segundos para el final, porque surgió la figura del alero Tayshaun Prince, que le puso el último tapón monumental del partido, su cuarto en la cuenta individual, que iba a simbolizar el triunfo de los Pistons.

Los 19 tapones fueron la segunda mejor marca en la historia de los «playoffs» de la NBA y los que hicieron posible que se cumpliese una promesa y se lograse una victoria, que puede ser decisiva.