La salud sexual es fundamental para el bienestar general de las personas. Lo asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS), que resalta también la importancia que tiene para el desarrollo social y económico de las comunidades y los países.
La organización indica que la salud sexual “requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia”.
Apropósito de que el pasado 4 de septiembre se celebró el Día Mundial de la Salud Sexual, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por su sigla en inglés), procuró visibilizar los derechos sexuales como derechos humanos y universales y divulgar información acerca de los factores de riesgo y enfermedades de transmisión sexual.
En el marco de los 25 años de la Declaración sobre el Placer Sexual, y 20 años de la creación de la Academia Internacional de Sexología Médica, este año el lema de WAS es “Hablemos del placer”.
La intención es visibilizar qué tan importante es estar informados sobre las precauciones pertinentes para una vida sexual saludable y ser conscientes de que el placer también es parte de la salud sexual.
Puede leer: Menos del 10% de los casos de cáncer son hereditarios
Placer y salud sexual
La Declaración sobre el Placer Sexual, lo define como “el disfrute físico, psicológico y la satisfacción por tener y desear experiencias sexo-eróticas compartidas o con uno mismo, que incluye pensamientos, fantasías, sueños, emociones y sentimientos”.
“El placer sexual se ejercerse dentro del contexto de los derechos sexuales, particularmente los derechos a la igualdad y la no discriminación, la autonomía y la integridad corporal”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud sexual como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad”. En este contexto, la WAS propone visibilizar el placer como uno de sus ejes centrales.
Educación sexual en la República Dominicana
La educación sexual forma parte de los derechos sexuales y reproductivos: todas las personas deben tener acceso a ella, que debe ser apropiada para la edad de quien la recibe y científicamente correcta.
En nuestro país la ley 135-06 en su Art. 29 contempla que “Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser informados y educados sobre los principios básicos de prevención en materia de salud, nutrición, estimulación temprana, desarrollo físico, salud sexual y reproductiva.
Esto así porque la falta de conciencia de los jóvenes y adolescentes sobre una sexualidad responsable impacta negativamente la salud integral humana, alimentando con esto los altos índices de violencia, la propagación de infecciones de transmisión sexual y la elevada tasa de embarazos no deseados
La pandemia ha entorpecido la salud sexual
La pandemia ha hecho que la salud sexual diera algunos pasos hacia atrás. Según la OMS, la planificación familiar y el control de la natalidad se han visto gravemente interrumpidos por culpa de la COVID-19 en siete de cada 10 países afectados.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) indica que, en 114 países de ingresos bajos y medianos, más de 47 millones de mujeres no pueden acceder a los anticonceptivos.
Un artículo publicado por el Guttmacher Institute señala que las medidas de confinamiento también han interrumpido las cadenas de suministro y la capacidad de acceder a los centros de salud. “Los productos relacionados con la salud sexual y reproductiva se volvieron inaccesibles o se agotaron, lo que obstaculizó directamente la salud y los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres y niñas”, aseguran.
Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos universales que nos corresponden a todos y todas, sin discriminación por edad, género, ni condición de salud, sino por el sólo hecho de ser personas.
Una guía publicada por la la Asociación Mundial para la Salud Sexual, propone a los adolescentes y jóvenes conocer primero sus derechos para luego poder ejercerlos y saber exigirlos si no se cumplen. En ella, se enumeran como derechos sexuales y reproductivos:
- Disfrutar de forma libre, autónoma e informada de una vida sexual saludable y placentera, sin presiones, miedo, discriminación ni violencia.
- Ejercer la propia orientación sexual, preferencia o identidad de género, libremente sin sufrir discriminación y/o violencia,
- Recibir información y atención gratuita e integral sobre la propia salud sexual y reproductiva con garantía de intimidad, confidencialidad, igualdad y sin discriminación;
- Elegir con información y autonomía qué método anticonceptivo usar.
- Decidir sobre la propia salud reproductiva.