Los Ángeles, EE.UU. Más de un millar de personas acompañó el lunes por la noche al cantante y director de orquesta Plácido Domingo en el concierto en recuerdo de su fallecida hermana que tuvo como escenario la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, hasta donde se desplazaron numerosos familiares del artista.
Domingo, de 74 años, perdió a su única hermana, María José, el pasado 8 de junio víctima de un cáncer a la edad de 72 años y cuyo deceso se produjo en el Hospital General de Massachusetts, donde había ingresado en mayo pasado.
“Mi hermana era una persona muy alegre, muy positiva, una persona que pensaba siempre en los demás”, comentó a Efe el cantante español al término de la velada.
En esta ocasión, Domingo tomó la batuta y se puso al frente de la Orquesta Colburn que interpretó la obra “Petite messe solennelle”, de Gioacchino Rossini, una composición que él escogió por ser “solemne” pero también “alegre».
Los músicos eran todos alumnos del Conservatorio Colburn y se prestaron voluntariamente para participar en el homenaje en el que la voz corrió a cargo de cuatro solistas salidos del programa de jóvenes artistas Domingo-Colburn-Stain, así como de un coro de 24 personas.
“Ella amaba mucho la música”, explicó Domingo, quien vivió el tributo “con una gran emoción». “Quería hacer algo para aquellos que la han querido y aquellos que no la conocían pero que saben cómo fue, cómo la perdimos”, manifestó el barítono.
El viudo de María José, Alfonso Fernández, así como dos de sus hijas ocuparon las primeras bancadas de la catedral angelina, y no pudieron contener las lágrimas por momentos. Junto a ellos estuvieron la esposa de Domingo, Marta Ornelas, y los tres hijos de la pareja.
El concierto, que duró 90 minutos y comenzó poco después de las 19.30 hora local, terminó con un sonado aplauso y un sentido abrazo de Domingo con sus familiares mientras el público se arremolinaba en torno al artista para transmitirle su afecto e inmortalizar el momento con una fotografía.