LUÍS PEÑA
El pasado 15 de marzo participé en uno de los hoteles de esta Capital en el Primer Encuentro de Cooperación Internacional, organizado por el Secretariado Técnico de la Presidencia a través de la Sub-secretaría Técnica para la Cooperación Internacional, donde estuvieron presentes los representantes de los organismos y agencias de cooperación internacional exponiendo sobre sus estrategias para la República Dominicana.

Sentí gran sastifacción cuando el Ing. Juan Temístocles Montás, en su exposición titulada “Tendencias actuales de la Cooperación Internacional y su importancia para el desarrollo y la reducción de la pobreza”, destacaba el interés expuesto por el Presidente Leonel Fernández Reyna en diferentes foros internacionales, así como del propio Secretariado Técnico de la Presidencia, de contribuir con el desarrollo sostenible de las relaciones de cooperación entre Haití y la República Dominicana, a través de la Comisión Mixta Bilateral,  con la ayuda de las agencias de cooperación internacional y los gobiernos de países desarrollados. Después que el presidente electo de Haití Ing. René Preval García, tome posesión y designe su gabinete ministerial, debería producirse en el menor plazo posible, una reunión de la Comisión Mixta Bilateral de Cooperación Domínico-Haitiana por lo menos a nivel técnico, con el propósito de evaluar los resultados que se obtuvieron de la ultima reunión (IV Reunión de la Comisión) en cada una de las subcomisiones técnicas de los diferentes sectores (Comercio e Inversión, Salud, Educación, Medio Ambiente, Agricultura, entre otros) y hacer recomendaciones a sus respectivos ministros sobre las acciones y trabajos que se deberían llevar a cabo en pro de obtener resultados satisfactorios de la cooperación entre los dos países.

Considero que en especial ambas partes deberían prestar importancia capital al Plan de Acción para el Desarrollo Trasnfronterizo Domínico-Haitiano por un monto que excede los US $270 millones, el cual fue presentado en el Palacio Nacional el 25 de febrero del año 2000, a los representantes de la naciones que cooperan con los dos países y de las agencias multilaterales de ayuda al desarrollo. El plan de acción comprende tres (3) partes: la primera que presenta un diagnóstico de la Zona Fronteriza, que incluye del lado dominicano las provincias de Monte Cristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, y del lado haitiano Departamento Nordeste de las partes orientales de los departamentos Central, Oeste y Sudeste, respecto a su Población, Recursos Naturales, sus Infraestructuras y Potencialidades. La segunda parte propone una estrategia orientada a hacer viable la Zona Fronteriza desde el punto de vista económico, y la tercera indica de manera específica las áreas y los sectores de intervención seleccionados.

Sin lugar a dudas que el referido plan va a ser objeto de modificaciones y ajustes en su contenido por cada una de las partes, y esto va a requerir de múltiples reuniones a niveles nacionales y binacionales de los representantes de cada sector involucrado, para actualizarlo, y esta tarea debería ser de las principales para el éxito de la cooperación y el progreso de los dos pueblos.