Para los habitantes de las calles P y R del sector La Agustina y el ensanche La Fe, del Distrito Nacional, el plan de seguridad con el que las autoridades pretenden frenar la delincuencia aun no evidencia resultados, por lo que su temor a ser asaltados o a perecer a manos de delincuentes no disminuye.
En cambio, manifestan su descontento por la incertidumbre que les arropa, ya que entre siete y nueve de la mañana motorizados recorren las calles en busca de víctimas. No obstante, algunos observan una disminución de delitos pero no están conformes todavía.
María Suárez, residente de la calle R del sector La Agustina, explicó como desde que la gente sale a trabajar empieza también la faena de los malhechores.
A pesar de la cercanía de un destacamento policial improvisado, el miedo consume a los moradores de este sector, que denuncian que la violencia incrementó de manera significativa en los últimos meses.
Con la mirada llena de preocupación, Suárez expresó que “las autoridades se hacen los sordas, nunca escuchan las peticiones de mejorar la seguridad”.
Con más de tres décadas en ese lugar, Alonso de la Paz está insatisfecho con las acciones de la Policía, porque solo favorecen a un sector determinado y no a todos, como debe ser.
“El patrullaje hasta ahora no ha cambiado nada, las autoridades deberían implementar medidas exitosas de otros países, como es el caso de Estados Unidos”.
Mañanas de terror. Tranquilas y solitarias. Una tranquilidad llena de terror e incertidumbre, así definió Ángel Estévez las mañanas en la calle P, de La Agustina. Relató como a plena luz del día, motorizados despojan de sus pertenencias a jóvenes que van a clases.
Obligado por la inseguridad que amenaza a su vida, compró un rifle e instaló cámaras de vigilancia en toda la casa. En una ocasión, al observar como un hombre intentaba quitarle la cartera a una estudiante, disparó al aire con intención de asustarlo.
Pidió a la junta de vecinos, cerrar las tres entradas principales del sector para colocar agentes de seguridad que eviten la entrada de desconocidos.
Menos. Franklin Disla, comerciante y residente desde hace 17 años en la Ensanche La Fe, informó que en las noches, las calles son supervisadas por los policías. Además consideró que los patrullajes han disminuido la violencia en el sector.
Jerry Morillo propietario de un centro de internet, dijo que en comparación con meses anteriores, los niveles de delincuencia son bajos pero preocupantes.
María Sosa ama de casa, expuso que los fines de semana el sistema de patrullaje es activo.
“La inseguridad tiene paralizado el país, necesitamos mas patrullaje pero sobre todo necesitamos policías comprometidos”.