JESÚS DE LA ROSA
Un informe del Banco Mundial sobre la pobreza publicado en junio del 2006 causó aquí muchos revuelos entre los sectores políticos, gestores de la educación y grupos empresariales. Entre otras cuestiones, dicha reseña revelaba que el sistema de instrucción pública de la República Dominicana mostraba un desempeño muy inferior a la mayoría de los países de la América española en cuanto a traducir la demanda de educación en logros escolares adecuados y en destrezas necesarias para el mercado laboral.

Según esa misma especie, en una escala de posicionamiento según los años de escolaridad y número de años en la escuela, la República Dominicana ocupaba el lugar decimocuarto entre 21 países encuestados. Era que el Estado dominicano no estaba aportando los recursos necesarios para garantizarle a cada uno de sus ciudadanos el acceso a una educación pertinente y de calidad.

El sistema de instrucción pública de la República Dominicana era y es el peor financiado de la América española. Ello hace que aquí los liceos secundarios y los institutos politécnicos sean fenómenos típicamente urbanos; que la escolaridad promedio de la nación dominicana sea de poco más de cinco cursos de enseñanza básica; que apenas un 18% de los niños que ingresan al primer grado de la escuela básica logra terminar el octavo grado; que miles de niños permanezcan fuera de las aulas; que en la zona fronteriza con el vecino Haití y en los barrios marginales de las ciudades principales los padres hayan ido perdiendo la costumbre de enviar sus hijos a la escuela; y que a pesar de los esfuerzos de los últimos años, alrededor de un 20% de la población de dominicanos mayores de 15 años no sepa ni leer ni escribir.

El salario promedio del docente es 6 mil 784 pesos por tanda más un pago adicional por incentivos. Un maestro del nivel  básico que labore en dos tandas podría devengar un sueldo superior a los 20 mil pesos mensuales, que no es sueldo alto ni tan bajo como suele pregonarse.

La mayoría de los docentes pensionados cuando disfrutaban de un sueldo inferior al actual no dispone de recursos económicos para enfrentar las enfermedades y otras calamidades que llegan con los años. No es justo que después de servirle al país desde una posición tan honorable como el magisterio, el docente pensionado tenga que vivir en la indigencia.

Atendiendo a una convocatoria del presidente Leonel Fernández, educadores, científicos, economistas, tecnólogos, industriales y comerciantes estuvieron discutiendo todo el año 2005, y gran parte del 2006, todo lo relacionado con los problemas que afectan al sistema de instrucción pública en un llamado Foro Presidencial por la Excelencia de la Educación.

En enero recién pasado, se celebró el Congreso Nacional del Foro Presidencial, al que asistieron representantes y delegados de las comunidades educativas y de entidades vinculadas. Allí asumieron, entre otros, los acuerdos y compromisos siguientes: elaborar y poner en marcha un Plan Decenal de Educación Dominicana 2007-2017 que envuelva cambios sustanciales en todos los niveles y modalidades desde la educación inicial hasta la universitaria, y promover un pacto social por la excelencia de la educación dominicana que permita asegurar la continuidad de políticas educativas y de esfuerzos articulados del Estado y de la sociedad dominicana.

Ahora se trata de formular simultáneamente tres planes decenales de educación: Un Plan Decenal de Educación Inicial, Básico, Media, Técnico Profesional, y de Personas Adultas; un Plan Decenal de Educación Superior, Ciencia y Tecnología; y otro de Formación Técnica Profesional, adoptando una metodología de trabajo y participativa, pluralista e integradora.

Los técnicos de la Secretaría de Educación, los de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y los del Instituto de Formación Técnico Profesional han formulado las guías de elaboración de esos planes decenales. Dichos prontuarios contienen todo lo relacionado con el procedimiento que habrá de adoptarse, la estructura de la organización, las áreas y los temas, las características y las fases del Plan Educación 2007-2012, sea éste de educación, de educación superior, o de educación técnico profesional.

La fase de formulación del plan deberá finalizar este año; los años 2008 y 2009 que comprenden la fase de emergencia, se emplearán en atender retrasos y a solucionar problemas que no deben esperar como el de incrementar las matrículas, diseñar nuevos currículos; reducir la brecha tecnológica; fortalecer los programas; capacitar los docentes, entre otros.

Se espera que de aquí a dos décadas, el sistema de instrucción pública, y los servicios de educación de la República Dominicana estén a la altura de los tiempos.

Desde finales del siglo XIX este país ha venido haciendo esfuerzos para mejorar su sistema de instrucción pública: Reforma Hostosiana (1883); Comisión de Educación (1916); Reforma de Pedro H. Ureña (1931); Misión Chilena (1941); Reforma de Balaguer (1952); Agencia Internacional de Desarrollo, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (1966-1978); Plan Decenal de Educación (1993-2003); y Plan Estratégico de Desarrollo de la Educación Dominicana.

Con la excepción del Plan Decenal de Educación 1993-2003, todos esos planes fracasaron. ¿Cuáles causas impidieron el éxito de esos intentos de reforma de la escuela dominicana? Fueron varias, entre las cuales cabe destacarse dos: la falta de recursos económicos y la falta de maestros y de técnicos.

Gracias al Plan Decenal 1993-2003, en la República Dominicana disponemos de técnicos de alto nivel y de maestros de buena formación técnica pedagógica. De su parte, la ciudadanía está demandando de los gobiernos más inversiones en educación y en salud. Por ello, es de esperarse que los planes de reforma de la educación en marcha alcancen esta vez los objetivos que se proponen.