Plan desarrollo

Plan desarrollo

JOSÉ LOIS MALKUN
¿Hasta cuando podemos seguir dando palos a ciega? Un país necesita para sobrevivir, cierta clase de lineamiento en materia de política económica y social. Saber hacia donde se dirige. Cuales son sus perspectivas.

Pero parece que este es un país de ciegos, por lo que no debe sorprender que fuéramos gobernados durante 10 años por un Presidente prácticamente ciego. Ahora nos Gobierna la desinformación, que es peor que la ceguera.

Mientras la radio, la televisión y las páginas de los medios escritos saturan a los ciudadanos con informaciones gubernamentales que muestran improvisaciones tras improvisaciones y mentiras tras mentiras, nadie se pregunta y a nadie le preocupa ¿Cual es el destino de la industria nacional ante los retos del libre comercio? ¿Debemos continuar con más acuerdo de integración cuando los que existen están hundiendo al productor nacional? ¿Que medidas de políticas publicas y cuantos recursos se requieren para reconvertir nuestras empresas y hacerlas competitivas? ¿No son ellas las verdaderas creadoras de empleo?

¿Es compatible el desarrollo empresarial con las cargas impositivas actuales? ¿Cuando haremos una verdadera reforma fiscal integral?

¿Puede un país pobre soportar indefinidamente que se usen las recaudaciones de los contribuyentes para el dispendio, la politiquería y el enriquecimiento ilícito de los que detentan el poder? ¿Qué políticas y acciones se requieren para criminalizar esa práctica y regular la asignación eficiente de los recursos públicos?

¿Qué intención existe con las zonas francas? ¿La relanzamos, sin demagogias baratas, o la acabamos de enterrar? ¿Creemos realmente en el turismo? ¿Son sostenibles estos dos sectores con las políticas económicas vigentes?

¿Cómo podemos copiar lo que Panamá ha hecho en el sector construcción para que este se dinamice y sea un fuerte captador de divisas? ¿No son buenos los incentivos al sector privado cuando se crea empleo y riqueza? ¿Cómo cerraremos el déficit de 700 mil viviendas que afecta a las familias de ingresos medios y bajos?

¿Puede un país tener alguna esperanza de mejorar su bienestar con políticas que penalizan la educación y la salud? ¿Que mantienen en el oscurantismo a la población? ¿Qué medidas se imponen para transformar estos sectores de una vez por todas?

Mientras en muchos países se habla de reformas institucionales de tercera generación nosotros apenas estamos en la primera. Y uno se pregunta ¿podemos sobrevivir de espalda a estos procesos de reformas? ¿Podemos competir con nuestra estructura institucional? ¿Es viable sostener una nomina publica como la nuestra y una corrupción publica sin limites ni dolientes, con una frágil y pobre economía de servicios? ¿Qué podemos hacer para cambiar esa práctica?

Y la pregunta del millón ¿Podemos seguir profundizando la pobreza a base de dádivas y promesas? ¿Con programas a todos luces corruptos y proselitistas? ¿Cuándo cambiará el rumbo de esta malsana política y como luchar contra la pobreza a través de la creación de empleos y la educación?

¿Cuáles son realmente las condicionantes para impulsar un crecimiento real y sano de la economía? ¿Hasta cuando una sociedad puede vivir del engaño y la mentira?

¿Podemos seguir ampliando la brecha comercial negativa o el endeudamiento externo e interno para mantener una estabilidad cosmética? ¿Como transformamos el crecimiento en bienestar?

Esta es una isla sin fronteras y un país sin esperanzas. Que no cuida sus recursos naturales y se hace de la vista gorda ante la desaparición acelerada de sus ríos y bosques. Total, ¿hay esperanzas en una sociedad donde la mayoría solo piensa en hacerse rico ocupando un puesto en el Gobierno? ¿O donde un Gobierno esta dispuesto a venderle su alma al diablo con tal de continuar en el poder?

Este no será un Plan de Desarrollo pero contiene los elementos para su diseño y elaboración. Sin embargo, no pasará de ser un artículo para el entrenamiento porque ya nadie habla de eso ni se preocupa por eso. Ni aquellos que antaño hicieron galas de su capacidad de convocatoria para promover estas iniciativas.

Hoy todo esta más podrido. Y las políticas públicas se encargan de que a todos les salpique de alguna manera esa podredumbre. Así nadie puede exigir o levantar su voz de alarma.

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